El principal paso fronterizo con Mendoza encara el verano con refuerzos en Aduana, migraciones y sanidad tras un fuerte aumento de turistas argentinos impulsado por el turismo de compras.
El plan de Chile para agilizar el cruce en la Aduana
Con el inicio de la temporada de verano, el Complejo Fronterizo Los Libertadores comenzó a operar con mayor dotación de personal y ajustes operativos para responder al crecimiento sostenido del tránsito desde Argentina hacia Chile. El objetivo central es reducir tiempos de espera y ordenar el flujo vehicular en uno de los cruces internacionales más transitados del país.
Durante los meses de mayor demanda turística, el paso concentra buena parte del movimiento proveniente de Mendoza y otras provincias, especialmente en períodos festivos y vacaciones. Por ese motivo, las autoridades chilenas dispusieron un refuerzo integral de los organismos que intervienen en los controles, incluyendo migraciones, aduanas, controles sanitarios y coordinación del tránsito interno.
El antecedente inmediato explica la decisión: entre diciembre y marzo del último verano ingresaron más de 612 mil turistas, una cifra que duplicó la registrada en la temporada anterior. El fenómeno estuvo marcado por el turismo de compras, una tendencia que llevó a miles de argentinos a cruzar la cordillera atraídos por precios más convenientes y cercanía geográfica.
Para este verano, si bien se espera un movimiento algo menor al récord del año pasado, las proyecciones oficiales indican que enero volverá a ser el mes de mayor presión sobre el sistema fronterizo, con circulación constante durante todo el día. Aun con un contexto económico diferente en Argentina, Chile continúa siendo el destino externo más elegido por los viajeros del país.
Ver: Ante el aumento de robos en Chile, la alerta de la Embajada Argentina
El paso funciona las 24 horas, lo que permite distribuir el tránsito a lo largo del día, aunque desde los organismos de control recomiendan anticipar trámites y completar con antelación las declaraciones obligatorias, especialmente las vinculadas a aduana y sanidad, para evitar demoras innecesarias al llegar al complejo.
También se insistió en la importancia de utilizar servicios turísticos formales, tanto en alojamiento como en transporte y excursiones, una recomendación habitual ante el aumento estacional de visitantes.
Con más personal, coordinación interinstitucional y experiencia acumulada tras un verano récord, el cruce internacional se prepara para sostener un flujo intenso de turistas argentinos, con el desafío de que el viaje empiece y termine sin largas filas ni contratiempos.
