Dolor de cuello, ¿qué lo provoca y cómo calmarlo?

La cervicalgia se ha convertido en un tema frecuente de consulta a especialistas. Las posibles causas y el tratamiento.

Dolor de cuello, ¿qué lo provoca y cómo calmarlo?

Editó: Patricia Losada

Muchos lo sabrán por experiencia propia. El dolor de cuello o cervicalgia se ha convertido en un tema frecuente de consulta a especialistas, tanto en Mendoza como a nivel nacional.

Desde que los trabajos son cada vez más intelectuales se van perdiendo funciones motrices a raíz de la falta de movimiento, algo que se incrementó en tiempos de pandemia con el home office. "Son patologías de la modernidad y que seguramente el hombre primitivo no sufría de las cervicalgias de hoy al hacer un sobreuso del tren superior'', indicó Rodrigo Amoroso, Licenciado en Kinesiología y Fisioterapia de la Universidad Maza.

Desde que los trabajos son cada vez más intelectuales se van perdiendo funciones motrices a raíz de la falta de movimiento.

El especialista dijo que la cervicalgia se encuentra directamente asociada con los malos hábitos posturales adquiridos. "El pasar muchas horas enfrente de la computadora, el celular, o estudiando y escribiendo en un escritorio, son actividades consideradas sedentarias que abusan del uso de la musculatura del cuello y la parte alta de la espalda, afectando la musculatura del tronco y los miembros inferiores".

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Esta molestia, que en ocasiones se extiende a otras partes del cuerpo, como cuello, hombros, trapecios e incluso brazos, tiende a cronificarse, ya que su principal causa está ligada a trabajos y quehaceres de todos los días.

"Cuando hablamos de cervicalgia, no sólo hablamos de dolor sino de contracturas musculares y posible sintomatología neurológica, como visión borrosa, visión doble, náuseas, vómitos; a nivel de los miembros superiores la persona puede percibir hormigueos, anestesia, dolor punzante, calor, entre otros síntomas que se convierten en señales de alarma a las que el paciente debe darles la importancia necesaria", aconseja Amoroso.

Prevención y alivio

La prevención es clave, pero en general las personas recurren a la consulta cuando ya el dolor es severo o hasta invalidante. "Lo mejor es prestar atención al propio cuerpo y consultar con el profesional adecuado a tiempo; en primer lugar con el médico y luego de la consulta seguir el tratamiento indicado, ya sea farmacológico, de fisioterapia o inclusive un autotratamiento con ejercicios de movilidad, flexibilidad o con la realización de un deporte", añadió.

En ese sentido, comparte algunos tips para aliviar esta patología:

-Consultar con un kinesiólogo sobre el posible tratamiento; si es un especialista en posturología, mejor. Con algunos ejercicios los síntomas pueden mejorar considerablemente.

-Simples movimientos que pueden ayudar:

-Llevar el mentón al pecho (lo que sería una flexión de cuello) asistiéndonos con las manos.

-Llevar la oreja al hombro, es decir, lateralizar el cuello (también a través de una autoasistencia manual).

-Hacer semicírculos llevando el mentón de un hombro hacia el otro, pasando por el pecho, o lateralizar el cuello llevando la oreja a un hombro hacia el otro.

-Todo lo que son ejercicios de movilidad de escápula colaboran para que la sintomatología se atenúe o no aparezca.

-Si bien preocuparse por mantener una buena postura y realizar actividad física son actividades elementales a la hora de prevenir y atenuar las molestias, la consulta médica y kinesiológica es importante para recibir un tratamiento adecuado que permita mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones a largo plazo.