Tras la muerte del Papa, se impulsó una auditoría del Vaticano sobre el accionar del Arzobispado porteño, uno de los actuales propietarios del estadio.
Demolición del Luna Park en pausa por una auditoría del Vaticano
La muerte del papa Francisco paralizó el proyecto de demolición del estadio Luna Park, impulsado por la productora DF Entertainment, y desencadenó una auditoría interna en el Vaticano sobre el accionar del Arzobispado de Buenos Aires, uno de los actuales propietarios del predio junto a la Institución Salesiana.
El plan prevé reemplazar el histórico estadio -declarado Monumento Histórico Nacional- por una estructura moderna con mayor capacidad, pero requiere la aprobación de la Santa Sede. "Sin autorización del Vaticano no se puede firmar el contrato ni iniciar ningún proyecto. Es normativa vaticana", señalaron desde el Arzobispado a la agencia de Noticias Argentinas.
La aprobación inicial de la obra fue otorgada el 6 de enero por la Comisión Nacional de Monumentos, en un trámite exprés durante el receso estival. Sin embargo, tras el fallecimiento del Pontífice, los dicasterios vaticanos suspendieron su actividad y toda gestión quedó en pausa. "Todo está parado", confirmaron desde la Iglesia local.
Además, trascendió que antes de la muerte del Papa ya se había iniciado una auditoría legal desde Roma para investigar por qué el Arzobispado optó por una propuesta que, según fuentes eclesiásticas, vulnera leyes que protegen el patrimonio porteño.
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El expediente está bajo análisis del Gobierno porteño y en pausa hasta que se elija un nuevo Papa, se reorganice el Vaticano y concluya la investigación canónica. Mientras tanto, persisten las dudas sobre la necesidad de demoler un estadio que en 2023 y 2024 fue sede de casi 100 espectáculos.
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