Una especialista en salud mental analiza el fenómeno de los consumos problemáticos en la provincia, mientras crece la preocupación por el avance del fentanilo y otras sustancias de alto riesgo.
Preocupa el avance de "drogas duras" en Mendoza: ¿cómo se aborda?
El narcotráfico no da tregua y la alerta por el avance del fentanilo en Argentina se vuelve cada vez más palpable, incluso con Mendoza como protagonista: días atrás detuvieron a dos narcotraficantes que enviaban fentanilo a la provincia y meses atrás cayó otro sospechoso cuando fue a retirar una encomienda con esta droga.
El caso sacudió a las autoridades sanitarias y judiciales, y reavivó un debate que se mantiene pendiente: ¿qué herramientas reales existen hoy para prevenir, contener y tratar los consumos problemáticos de sustancias en nuestra provincia?
En primer lugar, consultadas por el Post, las autoridades de Seguridad de la provincia detallaron que "aún no ha habido operativos por fentanilo en Mendoza".
Por otro lado, y a fin de comprender el fenómeno desde adentro del sistema de salud, Melisa Martorell, especialista en salud mental y trabajadora del hospital El Carmen y del Plan Provincial de Adicciones, ofreció un análisis profundo sobre los distintos niveles de consumo y el abordaje estatal ante este tipo de problemáticas.
Uso, abuso y consumo problemático
Martorell explicó que es clave distinguir entre uso, abuso y consumo problemático de sustancias. "En una sociedad de consumo, todas las personas hacemos uso de algún objeto de consumo. Eso no significa que sea problemático. El abuso, en cambio, puede implicar un consumo episódico excesivo, con consecuencias físicas o psíquicas, que lleva a la persona a una urgencia médica", señaló.
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Pero el consumo problemático va más allá. "Implica consecuencias en distintos ámbitos de la vida de la persona, como el entorno familiar, laboral o económico. Allí es donde se requiere una evaluación específica de parte de un equipo de salud y pensar en estrategias terapéuticas acordes", detalló Martorell.
Abordajes en un sistema con recursos limitados
La especialista remarcó que los consumos problemáticos son "problemáticas sociales complejas" y, como tales, deben ser abordadas desde una mirada integral. En Mendoza, existen distintos niveles de atención, desde guardias de urgencia hasta tratamientos ambulatorios y centros de internación, públicos y privados.
"El sistema incluye desde los CPAA (Centros Preventivos y Asistenciales en Adicciones), que tienen presencia en cada departamento y reciben personas sin obra social, hasta comunidades terapéuticas o clínicas privadas. Pero es fundamental que un equipo interdisciplinario evalúe caso por caso y defina qué tipo de tratamiento es posible y viable para esa persona", explicó Martorell.
En cuanto al crecimiento del consumo de drogas duras, Martorell fue prudente al afirmar que el fenómeno no es nuevo, pero sí más visible. "La vinculación del ser humano con las sustancias es histórica. Pero quizás hoy hay una mayor visibilidad del sufrimiento psíquico y una crisis de salud mental y social que hacen más frecuente la consulta o la demanda de atención", subrayó.
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Por otro lado, la entrevistada señaló también que la diversidad de sustancias y su mayor accesibilidad hacen más complejo el abordaje desde la salud pública, que muchas veces queda un paso atrás frente al crecimiento del narcotráfico.
"La diversidad de drogas cambia muy rápido, lo que dificulta establecer políticas preventivas eficaces. Lamentablemente, hoy en Argentina no hay un verdadero debate sobre políticas de drogas", lamentó.
El fentanilo y la prevención local
Aunque el reciente decomiso de fentanilo genera alarma, Martorell indicó que en Mendoza las estrategias de prevención se enfocan en otras sustancias de mayor presencia local.
"No hemos generado dispositivos específicos en torno al fentanilo, que aún no tiene gran circulación en la provincia. Sí vemos un aumento del consumo de cocaína fumada, y en eso venimos trabajando territorialmente", apuntó.
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Desde el equipo provincial de adicciones, se impulsan estrategias de prevención que van más allá de dar información sobre las drogas: se busca fortalecer las redes comunitarias, los vínculos y la salud mental como formas de cuidado integral.
Un debate que no puede esperar
El intento de ingreso de fentanilo a Mendoza, abortado por Interpol en un operativo de escala internacional, marca un punto de inflexión. La droga, de altísima letalidad y bajo costo de producción, representa una amenaza concreta que ya ha golpeado fuerte en países como Estados Unidos y México.
Frente a este escenario, distintos sectores encienden alertas en torno a esta situación y ven con preocupación el avance. "La pregunta no es si vamos a tener más casos de fentanilo en Mendoza. La pregunta es si vamos a estar preparados para enfrentarlos", concluyó la especialista.
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