Mendoza guarda un secreto bajo tierra: la cava más antigua del país

Bajo el suelo de Rodeo del Medio, en Maipú, se esconde una cava centenaria que dio origen a la historia de la enología en Argentina. Piedra, vino y legado salesiano en un lugar que ahora abre sus puertas al turismo.

Mendoza guarda un secreto bajo tierra: la cava más antigua del país

Por:María Belén Godoy
Periodista

La bodega que alberga la cava más antigua del país está en Mendoza, más precisamente en Rodeo del Medio. Este sitio singular, cargado de historia y significado, fue declarado de Interés Turístico Patrimonial como la "Cuna de la enología argentina".

A tan solo 20 kilómetros de la capital, en el departamento de Maipú, se erige la Obra Salesiana de Rodeo del Medio, un enclave emblemático que combina patrimonio arquitectónico, legado educativo y un fuerte compromiso con la comunidad. 

Este año, la presencia salesiana celebra 150 años desde su llegada a la Argentina, y más de un siglo de labor continua en Mendoza, especialmente vinculada a la formación técnica y agrícola de jóvenes.

Foto del interior de la cava.

En diálogo con el Post, Laura Perigrinelli, responsable de Comunicación Institucional y Relaciones Institucionales de la obra Don Bosco de Rodeo del Medio, reconstruyó los orígenes de este espacio que hoy se abre al turismo cultural y religioso.

"En 1898, Lucila Barrionuevo de Bombal donó a los salesianos un predio en Rodeo del Medio, junto con la antigua bodega de su abuelo, Felipe Pescara, lo que hoy conocemos como la cava histórica o cava antigua, que data de 1880", relató Perigrinelli.

Foto de archivo brindada por la institución al Post.

Fue allí donde Felipe Pescara ya elaboraba vinos que se enviaban a Buenos Aires, lo que da cuenta del nivel de desarrollo y proyección que tenía la actividad enológica en la región incluso en aquellos años. 

La estructura de la cava, construida en piedra y excavada en el subsuelo, responde a una lógica técnica de la época: "Se buscaba mantener una temperatura baja y constante, algo clave para conservar la calidad del vino. En ese entonces, los tapones no tenían la resistencia ni la precisión de los actuales, por lo que esas condiciones térmicas eran fundamentales para evitar que el producto se arruinara", explicó.

Foto del interior de la cava.

Ya en 1901 se elaboró allí el primer vino bajo la gestión salesiana. Según Perigrinelli, se trató de un vino de misa, en línea con la tradición religiosa de la comunidad. Ese mismo año, se comenzó a impartir formación a los jóvenes del lugar, al tiempo que se construyó el Santuario de María Auxiliadora, hoy considerado un ícono de la religiosidad popular en la provincia y patrona del agro argentino.

La primer facultad enológica de Latinoamerica

Este año se celebran los 60 años de la Facultad Don Bosco de Enología, una institución pionera que marcó un hito en la formación profesional del sector vitivinícola. Fue la primera en toda Latinoamérica en otorgar el título de licenciado en Enología, consolidándose como un centro de referencia para la enseñanza técnica y científica del vino.

Ver más: Los 5 vinos mendocinos que lograron "100 puntos Dunnuck"

La semilla de este proyecto comenzó a gestarse mucho antes. En 1898, Lucila Barrionuevo de Bombal, al donar el predio que hoy ocupa la obra salesiana, expresó su deseo de que allí no solo se construyera una iglesia, sino también una escuela dedicada a formar jóvenes en las actividades productivas de la región: enología, olivicultura y frutihorticultura.

En la actualidad estudiantes cuentan con un laboratorio para realizar los estudios de las uvas y de las aceitunas.

Décadas después, ese anhelo tomó forma. Perigrinelli, recordó que la década del 60 fue clave para el desarrollo de la vitivinicultura argentina, en un contexto de crecimiento acelerado del consumo de vino y expansión de la industria.

"Fue la década del boom vitivinícola, de los grandes consumos. En ese contexto, el padre Francisco Oreglia -referente máximo de la enología y autor de los principales tratados- fue consultado por autoridades y grandes productores", explicó.

Foto de archivo brindada por la institución al Post.

El planteo fue concreto: ante la falta de una institución académica de nivel superior dedicada a la enología en toda Latinoamérica, los principales actores del sector se acercaron a Oreglia en busca de una solución.

A partir de esa demanda concreta y con el respaldo de la comunidad salesiana, se impulsó la creación de la Facultad Don Bosco de Enología, que pronto se convertiría en un faro para la formación técnica en la región.  "El 31 de octubre de 1965, con la presencia del presidente de la Nación, Arturo Illia, se fundó oficialmente esta facultad", completó.

Illia en la inauguración de la Facultad Don Bosco.  

Desde entonces, la institución no solo ha formado a generaciones de enólogos, sino que ha contribuido activamente al desarrollo del conocimiento vitivinícola en Mendoza y en el continente, manteniendo viva la vocación de servicio y educación con la que todo comenzó.

Una propuesta abierta al turismo 

Además de su valor histórico y educativo, el predio de la Obra Salesiana de Rodeo del Medio fue declarada de interés turístico patrimonial como cuna de la enología argentina en el año 2008.  

Se ha convertido en una propuesta turística distinta en Mendoza. Así lo explicó Perigrinelli: "Lo interesante de esto es que está abierta al turismo. Es una invitación única porque engloba desde el turismo religioso, con el santuario de María Auxiliadora, hasta el turismo olivícola, enológico, rural, educativo y técnico", detalló.

Foto del interior de la bodega, otorgada por la institución al Post.

Según Perigrinelli, el predio de Rodeo del Medio ofrece una experiencia integral, donde los visitantes pueden recorrer espacios históricos, conocer el proceso de elaboración del vino y descubrir los orígenes de la enología en Mendoza.

"Invitamos a todos a conocer la cuna de la enología argentina -agregó-, que recibe esa denominación porque aquí comienza la historia de esta disciplina en el país".

El recorrido no solo permite apreciar la arquitectura original de la cava histórica, sino también conocer la fuerte impronta educativa y religiosa que marcó el desarrollo vitivinícola de la región. Un punto en el mapa que, más allá de sus vinos, ofrece un relato profundo sobre el vínculo entre fe, trabajo y conocimiento.

Esta nota habla de: