Carlos Varela Álvarez y los casos más resonantes de Mendoza

El reconocido abogado mendocino repasa en una entrevista en Radio Post FM 92.1 su trayectoria, marcada por casos que conmocionaron a la sociedad y transformaron la Justicia y la Policía en la provincia.

Carlos Varela Álvarez y los casos más resonantes de Mendoza

Por: Federico Lemos

Carlos Varela Álvarez, abogado de Mendoza, ha sido una figura clave en los casos judiciales más resonantes de la provincia y el país. Con una trayectoria que abarca décadas, su trabajo ha dejado una huella imborrable en la lucha por los derechos humanos y la justicia, enfrentándose a casos de desapariciones, violencia institucional y escándalos políticos. 

En una entrevista en el programa Tenés que saberlo de Radio Post (FM 92.1 en el Gran Mendoza, 96.9 en Luján de Cuyo, 100.1 en San Martín y 96.7 en La Paz) , Varela compartió detalles de su carrera, desde el caso Nito Neme, la monja Kumiko Kosaka (caso de abusos en el Próvolo) hasta su defensa en el caso Monser al-Qasar, ofreciendo una mirada profunda sobre los desafíos de la justicia argentina. Sus libros recientes, Por las fronteras de la ley y Takeaway: Historia de nuestros encierros, recogen estas experiencias, combinando memorias profesionales con reflexiones personales.

Su compromiso con la defensa de los derechos, incluso en casos controversiales, refleja su creencia en que "todo el mundo tiene derecho a ser defendido", como afirmó en la entrevista. Desde los oscuros días de la dictadura hasta los juicios de lesa humanidad y los casos mediáticos de la democracia, Varela ha enfrentado amenazas, seguimientos y robos en su estudio, pero su pasión por la justicia lo ha mantenido firme. 

Carlos Varela Álvarez.

Casos que marcaron a Mendoza

El caso de Nito Neme, un joven asesinado en El Challao, fue uno de los primeros que conmovió a Mendoza y marcó el inicio de la carrera de Varela. "Nito Neme fue muy doloroso porque nosotros fuimos a ese juicio y los condenaron", recordó, aunque lamentó que la Corte Suprema anulara el juicio por irregularidades técnicas, dejando a la madre de la víctima, Quitita Neme, "destruida".

 Este caso, junto con otros como Garrido Baigorria y Guardatti, evidenció la violencia institucional de bandas policiales que operaban en democracia, como el comando Piadoso, descrito por Varela como "una secta dentro de la policía". Estas desapariciones, ocurridas en plena luz del día, dejaron una marca imborrable en la sociedad mendocina y llevaron a reformas en la policía local.

La lucha contra la impunidad

Varela también abordó casos emblemáticos como el de Sebastián Bordón, un joven desaparecido durante un viaje de egresados en El Nihuil, y Marita Verón, cuya desaparición en Tucumán impulsó la ley de trata en Argentina. Sobre este último, señaló: "Fue tremendo porque no había ley de trata, se lo trataba como un secuestro".

La falta de protocolos para proteger a las víctimas durante los interrogatorios hizo que las audiencias fueran "durísimas", según Varela, quien enfrentó un ambiente hostil en el tribunal. Estos casos reflejan la deuda de la justicia argentina con la impunidad, un tema que Varela considera una de las mayores fallas del sistema: "La mayor deuda que hay de la justicia de los años 2000 es la impunidad. El no resolver las cosas".

El caso Monser al-Qasar y la conexión política

Uno de los episodios más controversiales de su carrera fue la defensa de Monser al-Qasar, un traficante de armas sirio vinculado al gobierno de Carlos Menem. Varela relató cómo se involucró en el caso a través de contactos en Chile, donde conoció a al-Qasar y su esposa, Raqq Dajabal, en un contexto de intensa atención mediática. "Era una nube de periodistas, nos perseguían por todos lados", comentó. 

El caso, que involucró la obtención fraudulenta de documentos argentinos, desató un escándalo político que culminó con la expulsión de al-Qasar y su familia del país. Actualmente, al-Qasar cumple una condena de 40 años en Estados Unidos por vender armas a las FARC, un desenlace que Varela siguió de cerca hasta el final del juicio en Argentina.

Reflexiones sobre la justicia actual

Varela también ofreció una mirada crítica sobre la evolución de la justicia argentina. Aunque reconoce mejoras, como la implementación de juicios por jurado y la mayor independencia de los fiscales, sostiene que los casos complejos siguen sin resolverse adecuadamente. "Las cárceles siguen siendo hacinadas. 

Una cárcel llena es una cárcel de fracasos", afirmó, subrayando la falta de programas de reinserción para los presos. Su experiencia en casos como el de Mario Gómez Yardes, donde logró la destitución de un juez y la condena de 17 policías, demuestra su compromiso con enfrentar las cadenas de encubrimiento en el sistema judicial.

Un legado de lucha y reflexión

La trayectoria de Carlos Varela Álvarez es un testimonio de valentía y dedicación en la búsqueda de justicia, incluso en los casos más difíciles. Desde las desapariciones en democracia hasta los escándalos políticos nacionales, su trabajo ha desafiado la impunidad y ha contribuido a reformas estructurales en Mendoza y más allá. 

Sus libros no solo documentan estos casos, sino que invitan a reflexionar sobre el rol de la justicia en una sociedad que aún enfrenta desafíos significativos. Como él mismo expresó, "el éxito está en la persona que sale donde existe algún programa que lo devuelva" a la sociedad, un llamado a construir un sistema más humano y efectivo.

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