Además, bajó la edad de quienes lo padecen. Cómo detectar las señales.
Alarmante aumento de los casos de ACV en Argentina
En el marco del Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), los especialistas encendieron las alarmas por el notable incremento de casos en el país.
Según advirtió el cardiólogo Alejandro Meretta, jefe de Cardiología Nuclear en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) en una entrevista con Infobae, "cada 40 segundos una persona sufre un ACV en la Argentina".
El dato marca una tendencia preocupante: hace apenas siete años el promedio era de un caso cada nueve minutos, según el estudio Prevista (Programa para la Evaluación Epidemiológica del Stroke en Tandil). Hoy, la cifra se multiplicó casi 14 veces, reflejando el impacto de los factores de riesgo y los hábitos poco saludables en la población.
"El ACV es la primera causa de discapacidad y está íntimamente ligado a factores de riesgo que muchas veces son silenciosos. Reconocer los síntomas en forma inmediata puede salvar una vida o determinar el grado de disfunción con el que una persona atraviesa el evento", explicó Meretta durante una entrevista con Infobae en Vivo.
Tiempo es cerebro
El especialista insistió en que la detección rápida es clave para evitar secuelas graves o incluso la muerte. Para ello, recordó el acrónimo internacional FAST, que sirve para identificar las señales de alarma:
F (Face): rostro caído.
A (Arm): pérdida de fuerza en un brazo.
S (Speech): dificultad para hablar.
T (Time): tiempo, porque cada minuto cuenta.
"El daño neuronal por falta de oxígeno se produce enseguida. Si el paciente llega a tiempo, puede recuperarse completamente; si no, las secuelas pueden ser irreversibles", advirtió.
Ver también: Así es el increíble refugio del argentino que se prepara para un apocalipsis
El 80% de los casos puede prevenirse
De acuerdo con la Fundación Cardiológica Argentina, más de 126 mil personas sufren un ACV por año en el país, y unas 18 mil mueren a causa de esta patología. "El ACV es más devastador que un infarto, especialmente por la discapacidad que deja. Pero debemos recordar que es prevenible, tratable y recuperable", destacó el cardiólogo Jorge Tartaglione, presidente de la entidad.
Entre los principales factores de riesgo figuran la hipertensión arterial, el tabaquismo, la diabetes, la obesidad, el sedentarismo y el colesterol elevado. También influyen el estrés sostenido y el consumo excesivo de alcohol.
Meretta explicó que el 80 a 85% de los ACV son isquémicos, es decir, se producen por la obstrucción de una arteria cerebral; el resto son hemorrágicos, causados por su ruptura.
En ambos casos, la velocidad de atención médica define el pronóstico: "La tomografía permite distinguir el tipo de accidente y aplicar el tratamiento adecuado. En los isquémicos, se busca remover el coágulo; en los hemorrágicos, descomprimir el cerebro".
El especialista también hizo referencia a los accidentes cerebrovasculares transitorios, que suelen pasar desapercibidos: "Son un aviso del cuerpo. Si alguien sufre mareo repentino, dificultad para hablar o pérdida momentánea de fuerza, debe consultar de inmediato. Es una oportunidad para evitar un ACV mayor".
El incremento de casos evidencia un cambio preocupante en los hábitos de vida y en la falta de controles médicos periódicos. A pesar de que la mayoría de los ACV son prevenibles, la conciencia social sobre la enfermedad sigue siendo baja.
"Tenemos que entender que tiempo es cerebro. Actuar rápido salva vidas y reduce el daño. Pero también debemos cuidar la presión arterial, hacer ejercicio, alimentarnos bien y controlar el colesterol. La prevención es la herramienta más poderosa", concluyó Meretta.
Ver también: Se viene el tercer corte masivo de agua en Mendoza



