Laura, que fue quien salvó al perrito, compartió detalles sobre el proceso de rescate y cuidado de un pequeño Bulldog francés.
Aron: la emotiva historia del pequeño gigante rescatado por una familia
Aron es mucho más que un simple perrito; es un símbolo de esperanza y amor incondicional. Nacido con una dificultad, este pequeño Bulldog francés llegó al mundo el 2 de julio por cesárea, enfrentándose desde el primer instante a retos. Sin embargo, su historia dio un giro mágico cuando una familia decidió abrirle su corazón y su hogar.
Desde ese momento, Aron no solo fue rescatado físicamente, sino que también encontró el amor que necesitaba para florecer. A pesar de sus dificultades para aprender a comer y tomar agua, su espíritu tenaz brilla con fuerza.
Con el apoyo y el cariño de su nueva familia, Aron comenzó a superar cada obstáculo, transformándose en un pequeño gigante de 27,5 centímetros y 930 gramos, que irradia alegría y gratitud en cada paso que da.
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Laura, integrante de la familia que le salvó la vida a Aron, compartió detalles sobre el proceso de rescate y cuidado del pequeño Bulldog francés. "Los dueños de la camada decidieron darlo en adopción porque no podían dedicarle el tiempo y la calidad que merecía para salir adelante con vida".
Aron presenta una condición anatómica conocida como paladar hendido, que implica una comunicación directa entre el aparato bucal y el nasal. "Esto significa que no puede alimentarse directamente de su madre, ya que podría tener problemas respiratorios graves", subraya Laura, enfatizando la gravedad de la situación.
Los primeros 30 días de Aron fueron críticos. Laura reveló que la alimentación se realizaba a través de sondaje orogástrico con leche maternizada, administrando la cantidad necesaria cada 2 horas. "Ahora, después de 30 días, hemos podido extender el intervalo entre alimentaciones a cada 4 horas, añadiendo alimento balanceado triturado mezclado con la leche. Utilizamos una mamadera con una tetina más larga para facilitar su alimentación y evitar que el alimento quede en su cavidad oral", explicó.
Laura consideró que cuidar de un perro con necesidades especiales es una experiencia maravillosa, aunque desafiante. "Es una dedicación exclusiva que requiere mucho compromiso. Debemos estar constantemente alerta sobre su temperatura, alimentación y digestión, además de vigilar para prevenir la broncoaspiración".
Por último, Laura reflexionó sobre la crianza de perros en el núcleo familiar: "Para nosotros, los perros son más que mascotas; son miembros de la familia, nuestros hijos y, para mis hijos, sus hermanos. Cada día con ellos es un regalo invaluable. Sin dudarlo, volvería a salvar la vida a uno de estos pequeños gigantes, porque su amor y lealtad no tienen precio. La alegría que traen a nuestro hogar es un recordatorio constante de que, a veces, los más pequeños pueden tener el impacto más grande en nuestras vidas", concluyó.
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