La casa de estudios preguntó a más de mil estudiantes sobre su relación con el juego en línea. Según afirmaron, la mayoría apuesta por diversión y curiosidad, no por dinero.
Alerta en la UNCuyo por las apuestas online: qué reveló una encuesta
La Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) realizó una investigación para conocer cómo se relacionan sus estudiantes con los juegos de apuestas, especialmente en entornos digitales. El crecimiento de estas plataformas, que funcionan todo el día, desde cualquier celular y con sistemas diseñados para atraer a los jóvenes, generó preocupación, por lo que desde la Dirección de Salud Estudiantil impulsaron un estudio preventivo.
La encuesta, adaptada a partir de un modelo internacional, estuvo dirigida a estudiantes de grado y pregrado de la UNCuyo. El promedio de edad fue de 25 años y la mayoría de los participantes fueron mujeres. Con el objetivo de comprender qué motiva a los jóvenes a jugar, qué tipo de juegos prefieren y cómo perciben estas prácticas.
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Uno de los datos más destacados fue que casi el 63% de los encuestados dijo haber jugado alguna vez, aunque no de manera habitual. Por otro lado, el 15% aseguró que lo hace para ganar dinero, pero en general, la principal motivación es la diversión, la búsqueda de emociones o simplemente probar una experiencia nueva.
Los juegos más comunes fueron los online, como las tragamonedas, la ruleta, el blackjack y las apuestas deportivas. Estos juegos se imponen sobre los presenciales, como el póker en bares o las raspaditas, por su facilidad de acceso, rapidez y disponibilidad. Además, el estudio reveló que el juego es una actividad social que muchas veces se comparte en redes o entre amigos, y no una conducta individual aislada.
Respecto a la frecuencia, hay estudiantes que juegan entre una y cuatro veces por semana, aunque los casos diarios son minoría. Algunos apuestan sin dinero real, otros combinan apuestas gratuitas con pagas, y un grupo más reducido apuesta siempre con dinero.
Aunque el estudio no detectó una problemática generalizada, advirtió que el juego puede volverse riesgoso cuando interfiere en la salud emocional, física o social del estudiante. En este sentido, se recomienda estar atentos a los hábitos y acompañar de forma temprana a quienes puedan estar en situaciones vulnerables.
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