Esta problemática afecta a nuestra sociedad desde hace muchos años y su abordaje involucra a diversos sectores, incluyendo a los particulares.
Alertan sobre el mal manejo de los residuos sólidos urbanos
Con la industrialización y posterior migración del campo a la ciudad comenzó un proceso que se fue acentuando en el tiempo. Hoy la mayor parte de la humanidad vive en las ciudades y se estipula que hacia 2050 dos tercios de los habitantes estarán instalados en ellas.
Este fenómeno histórico y económico afectó todos los aspectos de la vida, generándose diversos inconvenientes. Entre ellos se encuentra la cantidad de basura generada en los hogares, algo que también tiene que ver con el tipo y cantidad de productos que se ofrecen y consumen.
Para profundizar sobre el tema dialogamos mano a mano con Marina López, licenciada en Ciencias Ambientales de la Universidad Maza, Subdirección de Planificación Ambiental de la Municipalidad de Luján además de coordinar un programa de Reciclaje Inclusivo.
"Los residuos sólidos urbanos (RSU) se dividen en dos grandes categorías: orgánicos y húmedos, que abarca residuos de cocina, jardines o poda; e inorgánicos y secos, que son papel, cartón, vidrio, plástico, tetrabrik, metales, textil, etc. Su mal tratamiento no sólo genera efectos sobre el medioambiente, sino que también afecta la salud de las personas", explica la especialista.
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En ese sentido, continúa: "El mal manejo de los RSU contribuye al cambio climático y contaminación atmosférica, incrementando gases de efecto invernadero como el gas metano. Además, los efectos negativos se trasladan a ecosistemas y sus especies, ya que las concentraciones de residuos producen contaminantes líquidos (llamados lixiviados) que arruinan el suelo y las fuentes de agua. Los seres humanos tampoco quedan fuera de este ciclo nocivo, ya que se presentan riesgos para quienes viven en la cercanía de basurales o manipulan los mismos. Otras consecuencias son la aparición de fauna nociva transmisora de enfermedades y el deterioro del paisaje".
La actualidad en Mendoza
Nuestra provincia se ha visto perjudicada principalmente por los basurales y microbasurales. Es común encontrar personas en vulnerabilidad social trabajando en la recuperación de materiales reciclables en las calles o basurales, una situación que se incrementó tras la pandemia. Esta actividad los expone a condiciones de higiene y seguridad inadecuadas, pero que afrontan por ser una salida económica necesaria para sobrevivir.
"Si bien con respecto a la erradicación de basurales, ya se han realizado diferentes acciones como la de Campo Cacheuta y Papa, los procesos suelen requerir periodos prolongados de concreción", asegura López, dando cuenta de la dificultad para revertir esta problemática ambiental, social y económica arraigada en la provincia.
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En la búsqueda de garantizar una correcta gestión integral, la especialista destacó que es fundamental la implementación de políticas públicas que coordinen a todos los actores involucrados.
Un modelo a seguir
La especialista pidió mayor concientización sobre el consumo, compras sustentables, separación de residuos y reciclaje, entre otras.
Así, el programa de Escuelas Verdes y la cooperación con empresas e industrias desde el control y gestión de RSU, son fundamentales para lograr una gestión correcta, donde los municipios deben involucrarse obligatoriamente. "La situación de gestión de RSU es de gran complejidad y los informes globales no darán buenos resultados si no se toman las medidas adecuadas de forma urgente", alertó la profesional.



