El exrector David Rivarola y seis funcionarios están acusados de haber armado un concurso falso en 2023 para beneficiar a la hija del entonces titular de la universidad con un contrato financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Acusan a un exrector puntano de "truchar" un concurso para su hija
La Justicia Federal pidió la indagatoria del exrector de la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UnViMe), David Rivarola, acusado de haber organizado un concurso simulado para contratar a su hija con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El pedido fue realizado por el fiscal federal subrogante Danilo Miocevic y el auxiliar fiscal Leandro Kunusch, quienes imputaron a Rivarola y a otros seis funcionarios por los delitos de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública y falsedad ideológica.
Entre los citados también figuran la vicerrectora Graciela Balanza, el jefe de contrataciones Claudio Denna, el secretario general Gastón Garialde, el coordinador de Vinculación Tecnológica Eduardo Guerreiro, la secretaria de Hacienda y Administración Claudia Grando y Jonathan Bosso, integrante de la comisión evaluadora. Además, la hija del exrector fue convocada como partícipe necesaria.
Según la investigación, entre junio y agosto de 2023 los funcionarios alteraron las reglas del concurso para garantizar que la hija de Rivarola obtuviera el puesto.
Para ocultar el vínculo familiar, Balanza firmó las resoluciones y el contrato en lugar del rector, mientras que Denna envió invitaciones limitadas a solo tres personas, entre ellas la beneficiada.
La comisión evaluadora, integrada por Guerreiro, Bosso y Grando, cambió los requisitos a último momento, exigiendo nuevos títulos y conocimientos de inglés para restar puntos a otros candidatos mejor calificados. Finalmente, la hija del rector quedó primera en la lista y fue contratada por 916 mil pesos.
Ver también: Cortarán un tramo del Acceso Este este martes por trabajos de Vialidad
El Ministerio Público Fiscal destacó que el convenio con el BID exigía "las más altas normas éticas" y prohibía cualquier conflicto de intereses, algo que -según la acusación- Rivarola y su equipo ignoraron.
Como parte del encubrimiento, la hija del exrector declaró falsamente no tener vínculos familiares con funcionarios de la universidad. Más tarde, en diciembre de 2023, tras el cambio de autoridades, pidió rescindir el contrato y devolvió el dinero, alegando buena fe.
Para la fiscalía, el caso representa "un acto de nepotismo y simulación administrativa" que dañó la reputación del país ante el BID al usar fondos internacionales de manera irregular.
Esta nota habla de:
