El jurado popular comenzó a deliberar en el juicio por el femicidio de Jésica Olguín, tras escuchar los alegatos finales de la fiscalía y la defensa. Juan Manuel Tarrés es el único imputado y enfrenta cargos gravísimos, aunque niega su responsabilidad y asegura que el verdadero culpable sigue libre.
Acusado por el femicidio de Jésica Olguín: "Hay un monstruo y no soy yo"
Esta mañana, y bajo las órdenes del Juez Técnico Horacio Cadile, un jurado popular asistió a los alegatos finales en el juicio que busca determinar responsabilidades penales por la muerte de Jésica Olguín, ocurrida en enero de 2023. Juan Manuel Tarrés es el único imputado y llega a esta instancia bajo el encuadre penal de abuso sexual con acceso carnal, homicidio agravado por el vínculo y homicidio agravado por ser cometido en perjuicio de una mujer en contexto de violencia (femicidio). Además, enfrenta cargos por otra causa sobre la que también se determinará su situación penal en este debate; en este caso bajo el encuadre penal de lesiones leves dolosas y amenazas, por una denuncia realizada por Jésica Olguín dos años antes de su fallecimiento. Tras los alegatos, el jurado recibe las instrucciones finales para la deliberación.
"Los últimos ojos que vio son los de su ex pareja y su asesino" El Fiscal en Jefe de Homicidios y Violencia Institucional, Fernando Guzzo fue quien abrió los alegatos de cierre. Su discurso ante el jurado repasó todos los movimientos de Juan Manuel Tarrés el día previo y posterior a la muerte de Jésica Olguín. Además, se detuvo minuciosamente en una carta de puño y letra con 15 puntos que la víctima redactó para su terapeuta y el intercambio de mensajes entre Olguín y Tarrés. "Rogamos que tengan serenidad para llegar a una decisión unánime de culpabilidad. Piensen que los últimos ojos que vio Jésica fueron los de su ex pareja, los ojos de su amenaza y su asesino", les dijo Fernando Guzzo a los ciudadanos y ciudadanas que luego pasaron a deliberar. A su turno, el fiscal que investigó la causa, Gustavo Pirrello, explicó los aspectos técnicos de la acusación, detallando las razones de los encuadres penales y sus agravantes.
"No hay indicios de Juan Manuel hallados en la escena" Al igual que ocurriera en los alegatos iniciales del debate, la defensora oficial Verónica Manrique insistió con la falta de pruebas contra su defendido. "Ni en las uñas, ni en las prendas de Jésica hay rastros genéticos de Juan Manuel. El material genético hallado en el cuerpo de la víctima corresponde a una relación sexual consentida, mantenida el día anterior a su muerte. Arribamos a estas conclusiones a través de las pruebas que trajo la propia Fiscalía, no estamos hablando de suposiciones", señaló la letrada y agregó: "vamos a pedir un veredicto de no culpabilidad por el abuso y el homicidio con sus agravantes. El día del hecho, Juan Manuel Tarrés no estuvo con Jésica".
Como lo indica el reglamento de esta modalidad de debate, tras los alegatos el Juez Cadile otorgó la última palabra al imputado, antes de que el jurado reciba las instrucciones para pasar a deliberar. Juan Manuel Tarrés agradeció el trabajo realizado por la Defensoría Oficial y realizó un pedido de justicia. "llevo dos años y medio detenido, hace ocho meses que tengo esta defensa y han hecho un trabajo con los datos que tienen a disposición. Confío en que tomarán una decisión con la que harán justicia. La fiscalía me ha presentado como un monstruo; y hay un monstruo suelto que hizo lo que hizo con Jésica, pero ese monstruo no soy yo".



