Radicales y peronistas disidentes impulsaron un dictamen para ratificar la versión original de la ley que acota los Decretos de Necesidad y Urgencia. El kirchnerismo firmó en disidencia y dejó abierta la duda sobre lo que pasará en el recinto.
El Senado vuelve a la carga y la oposición insiste en limitar los DNU
La Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado avanzó con un dictamen que busca ratificar la versión original de la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), aprobada en septiembre y modificada después por Diputados.
La movida fue impulsada por un bloque de radicales y peronistas disidentes que mantienen una relación cada vez más tirante con el Gobierno de Javier Milei.
Según indicó Infobae, la jornada tuvo un giro inesperado cuando el kirchnerismo decidió acompañar el dictamen, pero "en disidencia". La senadora Florencia López, del Frente de Todos, advirtió que insistir con el texto original sin considerar los cambios de Diputados podría hacer que la ley "dure poco". La frase fue interpretada como una referencia a un posible veto presidencial, lo que dejó en evidencia la tensión política que rodea la iniciativa.
La propuesta busca fijar un plazo de 90 días corridos para que cada DNU sea aprobado por ambas cámaras con mayoría absoluta, eliminando el vacío legal que hoy permite que sigan vigentes sin límite temporal.
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Además, establece que si una sola cámara rechaza un decreto, éste quedará automáticamente anulado. También limita el alcance de los DNU a una sola materia por vez, evitando los textos "ómnibus" que mezclan temas diversos.
El proyecto representa una revisión directa de la ley impulsada por Cristina Kirchner en 2006, utilizada por todos los gobiernos desde entonces. La oposición acusa a Milei de haber abusado de esta herramienta durante su gestión, lo que reavivó el reclamo por mayores controles legislativos.
En Diputados, el artículo de los 90 días no alcanzó la mayoría necesaria, lo que generó esta nueva pulseada entre ambas cámaras. Ahora, el Senado deberá decidir si mantiene su texto original o acepta las modificaciones. Para ratificar su versión, necesitará nuevamente dos tercios de los votos, un objetivo difícil sin el acompañamiento del Frente de Todos.
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