Revelan una carta de San Martín en Mendoza donde hablaba de Malvinas

La misiva, escrita en 1816 desde Mendoza, confirma que el Libertador reconocía a las Malvinas como parte del territorio heredado de España. Su contenido refuerza los fundamentos históricos, jurídicos y políticos de la posición argentina.

Revelan una carta de San Martín en Mendoza donde hablaba de Malvinas

Por: Juan Manuel Lucero

El conflicto por la soberanía de las Islas Malvinas es uno de los capítulos más sensibles de la historia argentina. A 42 años del inicio de la guerra del Atlántico Sur, un documento recuperado recientemente volvió a cobrar centralidad en el debate: una carta escrita por José de San Martín, apenas un mes después de la Declaración de la Independencia, en la que menciona explícitamente a las Malvinas como parte del territorio nacional. La misiva, fechada el 14 de agosto de 1816 y enviada desde Mendoza al coronel Antonio Beruti, entonces ministro de Guerra, constituye un testimonio directo del conocimiento territorial que tenían los primeros gobiernos patrios sobre las islas. 

Ya en aquel momento, las Provincias Unidas del Río de la Plata consideraban a las Malvinas como una posesión heredada de España por "sucesión de Estados", bajo el principio del uti possidetis juris de 1810, fundamento jurídico central que sostiene hasta hoy el reclamo argentino.

San Martín pidió en aquella comunicación que todos los presos "de alta clase" enviados a los presidios de Patagones, Malvinas u otros destinos fueran trasladados a Mendoza, junto con las copias de sus condenas. 

La carta de San Martín donde hace mención de las Malvinas.

El objetivo era claro: fortalecer el Ejército de los Andes antes del cruce que marcaría el inicio de la campaña libertadora en Chile y Perú.

Ese llamado permitió reunir a buena parte de los cerca de 4.500 hombres que conformaron la fuerza inicial: soldados argentinos y chilenos, hombres negros y esclavos que obtenían la libertad al sumarse a la causa. 

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A pocos meses de iniciar la travesía por la cordillera, el Libertador buscaba aprovechar todos los recursos disponibles para asegurar el éxito militar.

En la carta, San Martín también expresaba que deseaba "hacer útiles al Estado" a aquellos reclusos, con el fin de reintegrarlos a la vida pública y orientarlos hacia "la probidad y el honor".

La carta fue escrita en agosto de 1816.

Un documento que estuvo desaparecido

El escrito permaneció fuera del país por décadas. Recién en 1988, el gremio de diplomáticos argentinos lo adquirió en una subasta en Londres y lo donó a la Cancillería. Desde entonces, el original se conserva en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.

La existencia de esta carta se considera una prueba primaria que respalda los antecedentes históricos, geográficos y políticos que fundamentan el reclamo argentino sobre las islas.

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Tres años después de la carta de San Martín, en 1819, Patricio Lynch obtuvo autorización para organizar una expedición hacia las islas. El viaje se concretó a bordo de la fragata Heroína, comandada por el marino estadounidense David Jewett, quien había sido nombrado Teniente Coronel al servicio de las Provincias Unidas.

Tras un trayecto extremadamente difícil, el 27 de octubre de 1820 la embarcación llegó a las Malvinas. Jewett encontró allí a casi 50 cazadores británicos y norteamericanos dedicados a la explotación masiva de recursos marítimos. 

La cartografía de Malvinas.

El 6 de noviembre de 1820, encabezó una ceremonia formal en la que izadó por primera vez la bandera argentina en el archipiélago, acompañado por un desfile, toques de tambor y 21 cañonazos lanzados desde la Heroína.

Aquella jornada marcó un hito en la afirmación de la soberanía argentina sobre las islas, aun cuando más tarde la fragata continuó sus campañas y el mando fue relevado por Guillermo Mason. Jewett falleció en Río de Janeiro en 1842.

Un refuerzo al reclamo actual

La carta de San Martín no solo confirma que las autoridades de 1816 consideraban a las Malvinas parte integrante del territorio nacional. También evidencia que las islas formaban parte del imaginario estratégico, político y militar de los primeros gobiernos patrios. Su reaparición aporta una pieza más al extenso cuerpo documental que sustenta el reclamo argentino en foros internacionales.

A más de dos siglos de aquella escritura, su contenido continúa siendo una referencia histórica de peso en la defensa de la soberanía sobre las Islas Malvinas.

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