A horas del inicio del proceso, un informe médico determinó que Enrique Pescarmona no está en condiciones de ser juzgado. El histórico empresario mendocino de IMPSA quedó fuera del juicio por el caso de los cuadernos de las coimas.
Por qué Pescarmona zafó de la causa cuadernos (por ahora)
Figura central en la historia de IMPSA, Enrique Pescarmona logró evitar el banquillo de los acusados en el juicio por la causa Cuadernos, una de las investigaciones por corrupción más resonantes del país, que arrancó ayer. La decisión llegó sobre la hora, gracias a un informe psiquiátrico que lo declaró incapaz de afrontar un proceso penal.
A sus 83 años, el empresario mendocino -que fue uno de los más poderosos de la Argentina- padece Alzheimer, según confirmaron los estudios presentados ante el Tribunal Oral Federal N°7. Los peritajes médicos concluyeron que Pescarmona no puede comprender la acusación ni comunicarse de manera coherente con su defensa.
El perito Rafael Herrera Milano, consultado por el abogado de Pescarmona, Marcelo Nardi, sostuvo que el fundador de IMPSA sufre un "síndrome demencial cortical progresivo e irreversible", con pérdida de juicio, desorientación y deterioro moral. Su diagnóstico fue luego ratificado por la médica forense Soledad Puppo, del Cuerpo Médico Forense, quien advirtió que el empresario "no está apto para afrontar un juicio oral".
La resolución judicial, publicada por Clarín, deja en suspenso la participación de Pescarmona en las audiencias previstas para noviembre, mientras el tribunal espera el informe final.
En este punto, se lo exime a Pescarmona de acudir a las audiencias del 6, 13 y 20 de noviembre, para cuando se supone que estará listo el informe final de la doctora Puppo.
Pescarmona es uno de los "imputados-colaboradores" o "empresarios arrepentidos" en el caso de los cuadernos del chofer Oscar Centeno, tras admitir el pago de sobornos al Ministerio de Planificación durante el kirchnerismo. Desde entonces, su defensa buscó distintas vías para evitar la condena, incluso una compensación económica, que fue rechazada.
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En 2018, con el ex vicepresidente de IMPSA Rubén Valenti preso, Pescarmona se presentó ante el fallecido juez Claudio Bonadio y, además de haber admitido la entrega de bolsos con dólares a Roberto Baratta, contó que el motivo de las coimas era para destrabar pagos del gobierno de Venezuela, aliado del kirchnerismo, a IMPSA.
En los cuadernos del chofer Oscar Centeno, se pueden discriminar unos 20 pagos de coimas, algunos efectuados por Valenti -quien agregaba una caja de vino Lagarde de cortesía- y otros por el propio Pescarmona.
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