El Canciller Quirno presentó este lunes la candidatura formal del argentino que quiere reforzar la presencia del organismo en frentes de conflicto.
El Gobierno empezó la campaña para que Rafael Grossi dirija la ONU
La Cancillería presentó formalmente este lunes la candidatura del diplomático Rafael Grossi a la secretaría general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y puso en marcha la estrategia política y diplomática para reunir los apoyos necesarios que le permitan convertirse en el primer argentino en la historia en ocupar ese cargo clave del sistema internacional.
El anuncio se realizó en el Palacio San Martín, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, en un acto encabezado por el canciller Pablo Quirno y ante representantes de distintos países acreditados en Buenos Aires. Acompañado por Grossi, actual director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el Gobierno dio inicio formal a una campaña que apunta a disputar el liderazgo de la ONU para el período 2027.
Declaraciones de @pabloquirno y @rafaelmgrossi durante el acto en el Palacio San Martín %uD83D%uDC47%uD83C%uDFFB https://t.co/LkOvkf8QAL pic.twitter.com/4dYlhWDEkg
— Cancillería Argentina %uD83C%uDDE6%uD83C%uDDF7 (@Cancilleria_Ar) December 23, 2025
Podés leer: Milei cerró el año con su gabinete y regaló libros de liberalismo "extremo"
En su discurso, Quirno planteó una mirada crítica sobre el funcionamiento actual de la ONU. Recordó que el organismo nació con el mandato de preservar la paz, promover la cooperación internacional y defender los derechos humanos, pero advirtió que esos objetivos se fueron desdibujando con el tiempo. "El mundo sigue marcado por conflictos, tensiones geopolíticas y crisis complejas que muchas veces no encuentran respuestas adecuadas", sostuvo.
La atención está puesta especialmente en los cinco integrantes permanentes con poder de veto -Estados Unidos, China, Rusia, Francia y el Reino Unido-, que tendrán un rol decisivo en la elección del sucesor de António Guterres.
El calendario de la elección prevé, en los próximos meses, exposiciones públicas de los candidatos ante la Asamblea General de la ONU y presentaciones en medios internacionales. Entre julio y agosto se realizará una votación informal, en la que los miembros permanentes consultarán a los temporales y a otros países influyentes sobre las distintas postulaciones. La definición final se espera entre septiembre y octubre.
De resultar elegido, Grossi sería el primer argentino en conducir las Naciones Unidas, una posibilidad que en la diplomacia no se descarta, dado que existe una regla no escrita de rotación regional y, en esta oportunidad, el turno correspondería a América. Por ahora, el director general del OIEA es el único que confirmó formalmente su candidatura, a la espera de otros competidores que podrían anunciarse en las próximas semanas. Entre los nombres que circulan aparece el de la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, aunque en la Argentina advierten que el escenario regional podría modificarse.
Grossi adelantó una posición pragmática y buscará trabajar hacia objetivos concretos y realizables. "Trabajar sobre lo real, sobre lo que se puede hacer", repite ante sus allegados.
Tras la presentación oficial en la Cancillería, Grossi defendió su candidatura en un encuentro organizado por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). "Hay muchas cosas que no están funcionando bien", afirmó, y propuso un ejercicio simple: preguntar a cualquier ciudadano común qué imagen tiene hoy de las Naciones Unidas. Para Grossi, esa percepción social es una señal de alerta que obliga a pensar reformas profundas.
Agregó que la ONU debe "recordar para qué fue creada" y animarse a encarar reformas. Reconoció que existe una base de disconformidad con la burocracia del organismo y afirmó que gran parte de la responsabilidad recae en la figura del secretario general, que debe "ponerse las botas y estar donde está el problema".
Te puede interesar: Quién es Darío Wasserman, el flamante presidente del Banco Nación
Esta nota habla de:
