Con fuertes críticas al oficialismo, el líder del PRO advirtió que La Libertad Avanza busca imponer condiciones en las listas y definió como "inadmisible" la propuesta de los libertarios. Se agrava la tensión en CABA y Vidal vuelve a escena.
Se enfría la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza en CABA
La posible alianza entre el PRO y La Libertad Avanza para las elecciones legislativas nacionales enfrenta su momento más crítico. El propio Mauricio Macri, presidente del PRO, advirtió que desde el oficialismo buscan "una posición dominante", aunque sostuvo que su partido "siempre quiso ayudar a gobernar".
Así lo expresó en la puerta de la sede partidaria de Balcarce 412, antes de encabezar una reunión clave con la cúpula del PRO. Allí, según explicó, debatirían el escenario político actual, las dificultades económicas que enfrentan los argentinos y las estrategias de cara al cierre de listas previsto para este jueves.
"La idea es encontrar un espacio de comodidad para poder trabajar en conjunto", expresó Macri, aunque enseguida puso en duda esa posibilidad al señalar que La Libertad Avanza busca acaparar el control y desplazar al PRO de los lugares clave en las boletas.
Consultado por la prensa, fue categórico: "Está fuera de discusión que quieren imponer condiciones. Lo que proponen no tiene sentido", sentenció.
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Propuesta libertaria, rechazo rotundo
La negociación se rompió en la Ciudad de Buenos Aires, donde los libertarios exigieron quedarse con las dos candidaturas a senadores nacionales y ofrecieron al PRO apenas dos puestos "entrables" en la lista de diputados.
Esa condición fue considerada "inadmisible" por los negociadores macristas, que ahora analizan competir por fuera, sin ceder su marca ni integrarse a la boleta violeta del oficialismo.
La interlocución fue encabezada por Pilar Ramírez, jefa de bloque en la Legislatura y mano derecha de Karina Milei, mientras que el PRO estuvo representado por Ezequiel Sabor, dirigente cercano a Daniel Angelici. Aunque existían puentes personales -como el vínculo entre Ramírez y el empresario Darío Wasserman, allegado al "Tano"-, no alcanzaron para cerrar el acuerdo.
¿División o regreso de JxC?
Sin acuerdo, Macri convocó de urgencia al equipo para barajar nuevas alternativas. Una opción sería competir con lista propia del PRO, con la expectativa de sumar unos 15 puntos y conseguir al menos dos bancas en Diputados. La otra posibilidad sería reflotar una alianza con la UCR y la Coalición Cívica, bajo el viejo esquema de Juntos por el Cambio, lo que podría elevar el caudal de votos al 20-25%, pero con menor control sobre las candidaturas.
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En este nuevo esquema, María Eugenia Vidal gana protagonismo. La exgobernadora habría mostrado disposición a encabezar la lista de diputados, pero sólo en una boleta 100% PRO. Había rechazado postularse si el acuerdo incluía a los libertarios.
Senadores: un lugar sin premio
En paralelo, el PRO enfrenta otro dilema: las candidaturas a senadores nacionales. Si se repite el escenario de 2023 y vuelven a quedar terceros, el esfuerzo sería simbólico, sin bancas aseguradas. Por eso, barajan dos caminos: postular una figura fuerte para traccionar votos o elegir un perfil testimonial sin mayor costo político.
Uno de los nombres que suena para ese lugar es Hernán Lacunza, exministro de Economía, quien podría asumir ese rol sin expectativas de triunfo.
La fractura con La Libertad Avanza deja al PRO frente a una encrucijada: ceder ante el avance libertario o preservar su identidad electoral, incluso a riesgo de perder representación. En medio de la incertidumbre, Macri intenta reordenar su espacio para enfrentar una campaña donde la marca PRO aún pesa, pero cada vez menos.
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