Se trata del Sea Lady II, estaba amarrado en el Puerto Viejo de Saint Tropez y era parte del 30% de los yates más lujosos del mundo.
Cómo era el costoso yate de José Luis Manzano que se incendió
La Costa Azul francesa sigue conmocionada por el incendio del Sea Lady II, el imponente yate de lujo propiedad de José Luis Manzano, exministro del gobierno de Carlos Menem y hoy figura del mundo empresarial energético.
Se trata de un barco valuado en 100 millones de dólares que se encuentra amarrado en el exclusivo Puerto Viejo de Saint-Tropez. El incendio comenzó el jueves por la noche, aparentemente por un cortocircuito en su sistema eléctrico.
El siniestro comenzó al anochecer y recién pudo ser controlado por los bomberos marítimos de Marsella pasada la medianoche. No hubo víctimas fatales, aunque dos miembros de la tripulación fueron asistidos por inhalación de humo. No había huéspedes a bordo al momento del incendio, aunque sí se registraban pasajeros vinculados al alquiler del yate, quienes fueron trasladados a un hotel.
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El Sea Lady II, de 40 metros de eslora y bandera maltesa, se alquila por 90.000 dólares semanales durante la temporada alta del verano europeo para recorridos entre la Riviera Francesa y la costa Amalfitana. El yate estaba bajo la administración de una consultora especializada en gestión de patrimonios y servicios fiduciarios.
Construido en 1986 por el astillero británico W.A. Souter & Sons, el yate fue diseñado por Don Shead, célebre ingeniero naval de embarcaciones deportivas y de lujo. Su interior, decorado en tonos naturales por Frédéric Mechiche, cuenta con espacio para diez huéspedes, dos motores diésel Caterpillar, velocidad máxima de 15,5 nudos y autonomía de 3.500 millas náuticas.
El Sea Lady II forma parte del selecto 30% de los mejores yates de lujo del mundo, según medios especializados. En vidas anteriores, se llamó Argolynne, Irina M y D'Angleterre II. Manzano lo habría adquirido hace menos de cuatro años en Palma de Mallorca.
Manzano, que reside gran parte del año en Ginebra, Suiza, tenía previsto pasar agosto en Saint-Tropez. Allí pensaba reunirse con el reconocido chef mendocino Lucas Bustos, quien recientemente inauguró el restaurante Gurisa en Madrid. Bustos colabora habitualmente con el círculo gourmet que rodea al empresario.
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