El escrache y la violencia frente a un medio de comunicación constituyen un hecho inadmisible que excede cualquier reclamo sectorial.
Inadmisible ataque a Canal 9 de Mendoza
Lo ocurrido anoche frente a Canal 9 de Mendoza no fue una manifestación ni una expresión legítima de disenso: fue un ataque directo a un medio de comunicación, ejecutado por un grupo de manifestantes antimineros que decidió reemplazar el debate por la intimidación. Un hecho grave e inaceptable en cualquier sociedad que se diga democrática.
La libertad de expresión no admite excepciones ideológicas. No depende de estar a favor o en contra de la minería, de San Jorge o de cualquier proyecto productivo. Cuando se cruza la línea y se intenta disciplinar a un medio por su línea editorial, lo que se pone en juego no es una agenda sectorial, sino el derecho colectivo a estar informados.
Los medios no son enemigos, no son blancos legítimos de protesta ni responsables de decisiones políticas o legislativas, por más que gobiernos de distinto color político hayan querido imponer esa idea. Atacar a la prensa es atacar al derecho a disentir, a discutir y a convivir en la diferencia.
Naturalizar este tipo de episodios, como el escrache a Canal 9 que incluyó destrozos de las instalaciones, es abrir la puerta a una lógica peligrosa, donde el que grita más fuerte o intimida pretende imponer uno de los múltiples puntos de vista que conviven en una sociedad. Eso, en democracia, nunca es una opción.
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@pedromanzano.93 Represión, el agua de Mendoza no se negocia! . . . #Mendoza #agua #Argentina #repression #parati %u266C sonido original - Pedro Manzano



