El Gobierno derogó la ley de registro de viveros

El Gobierno Nacional oficializó la derogación del Registro de Viveros, una normativa establecida hace 58 años que regulaba la producción, venta y transporte de plantas. La decisión quedó plasmada en el Decreto Delegado 410/2025, publicado en el Boletín Oficial con las firmas del president,e Javier Milei, el ministro de Economía Luis Caputo y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.

El decreto señaló que las funciones de la Ley N° 17.606 generaban una "carga innecesaria para el Estado", además de "burocracia y costos administrativos" que afectaban a productores, comerciantes y particulares. Según lo expresado, la normativa imponía restricciones que complicaban la actividad en un sector que ahora se regula mediante "criterios modernos de control sanitario".

El ministro de Desregulación y Transformación, Federico Sturzenegger, destacó la importancia simbólica de la medida. "Plantemos árboles en libertad", afirmó al anunciar la eliminación de la normativa. También expresó en sus redes sociales: "Se derogó la Ley N° 17.606, quizás un tema menor, pero un buen ejemplo del absurdo regulatorio que azotó a este país. Es notable, aunque hace casi 35 años ya que nos deshicimos del autoritarismo político de los militares, deshacernos del autoritarismo económico que impulsaron con igual ahínco parece una tarea más difícil".

El ministro describió los requisitos que la ley imponía. "La norma creaba un Registro de Viveros donde debían inscribirse todos los establecimientos que produjeran o vendieran plantas. Además, exigía una ‘Guía de sanidad para el tránsito de plantas o sus partes', confeccionada por la Dirección General de Sanidad Vegetal. Incluso los particulares que transportaran plantas sin fines comerciales necesitaban esa guía". Sturzenegger calificó estas medidas como "intervenciones desproporcionadas" y aseguró que "hoy, gracias al Senasa, la sanidad vegetal está garantizada sin necesidad de este tipo de regulaciones absurdas".

Detalles de la ley derogada

La Ley N° 17.606, sancionada en 1967 durante la dictadura de Juan Carlos Onganía, obligaba a inscribirse en un registro oficial a todos los establecimientos o personas dedicadas a la producción y venta de plantas. También exigía que las plantas fueran despachadas con una guía sanitaria emitida por la Dirección General de Sanidad Vegetal. La normativa incluía facultades de inspección y sanciones para quienes no cumplieran estas disposiciones.

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Fuentes oficiales indicaron que la normativa estaba vigente, aunque su cumplimiento era prácticamente nulo. Según el Gobierno, la ley reflejaba la lógica de control estatal propia de un gobierno militar, con medidas que ya no se consideraban aplicables en el contexto actual.

Simplificación normativa

La derogación del Registro de Viveros forma parte de un plan más amplio de desregulación impulsado por el Gobierno. Esta política busca eliminar normativas consideradas obsoletas o innecesarias para reducir la burocracia y facilitar el desarrollo de diversas actividades económicas.

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