El "decretazo" de Macri, el último antecedente de jueces a dedo

Apenas días después de asumir en la Casa Rosada, Mauricio Macri hizo uso de la misma facultad que hoy aprovechó Javier Milei para nombrar dos jueces de la Corte por decreto. ¿Qué pasó en aquel momento?

El "decretazo" de Macri, el último antecedente de jueces a dedo

Por: Santiago Montiveros

El 14 de diciembre de 2015, apenas cuatro días después de asumir la presidencia, Mauricio Macri tomó una decisión que generó un fuerte rechazo en el ámbito político y judicial: designó a Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti como jueces de la Corte Suprema de Justicia mediante un decreto, tal como hiciera este martes 25 de febrero de 2025 el presidente Javier Milei con Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.

La decisión de Macri, en aquel entonces, provocó un fuerte revuelo y fue cuestionada tanto por la oposición como por algunos aliados del presidente. 

El fundador del PRO, al igual que Milei, hicieron uso de la facultad presidencial que les da la posibilidad nombrar jueces en la Corte siempre y cuando, en ese momento, no haya sesiones ordinarias en el Congreso. Los flamantes ministros podrían jurar en el máximo tribunal, pero durante el año en curso sus pliegos deberían ser votados en el Senado para validar la designación o rechazarla.

Ante la presión, los mismos protagonistas y el gobierno optaron por dar marcha atrás parcialmente, dejando en suspenso la jura hasta que los pliegos fueran ratificados por los dos tercios o más del Senado, lo que finalmente ocurrió y Rosenkrantz y Rosatti terminaron siendo jueces del máximo tribunal.

Ariel Lijo nombrado por decreto en la Corte.

En este punto, queda la incógnita acerca de la postura que adoptarán Lijo y García-Mansilla: ¿jurarán como ministros antes de ser votados en el Senado? ¿O mantendrán la misma postura de Rosenkrantz y Rosatti en 2015/2016?

El juez Lijo, que hoy en día no cuenta con los avales necesarios del Senado para ser convalidado en la Corte (dos tercios de los votos), podría tomarse una licencia extraordinaria en su cargo en el Juzgado Federal 3, lo que le permitiría asumir en su nueva función y estar a resguardo si el Senado rechaza su pliego. Sin embargo, los actuales integrantes del máximo tribunal habrían advertido que para tomarle juramento debería renunciar.

Ver más: Lijo y García-Mansilla a la Corte por decreto: ¿qué puede pasar desde ahora?

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