El 31 de diciembre terminan las facultades delegadas, que permitieron eliminar o modificar 1.384 normas, y unos 10.000 artículos de otras.
El cronómetro desregulador de Sturzenegger se acerca al final
A días de finalizar el período de emergencias habilitado por el Decreto 70/2023, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, contó que, cuando le presentó a Javier Milei el paquete desregulador que había diseñado inicialmente para una eventual presidencia de Patricia Bullrich, el entonces candidato libertario reaccionó con una mezcla de entusiasmo y descontrol: "Parecía que estaba teniendo sexo, gemía", aseguró el funcionario.
El Decreto 70/2023 fijó que la emergencia pública -que habilitó al Gobierno a derogar, modificar y simplificar normas sin pasar por el Congreso- concluiría el 31 de diciembre de 2025. Pero en términos prácticos, el margen de acción para Sturzenegger es más acotado: el próximo lunes comenzarán a correr 29 días hábiles para aplicar su última tanda de desregulaciones.
Consciente del límite temporal, el ministro mandó a colocar en su despacho un cartel con un contador que marca, minuto a minuto, la distancia hasta fin de año. Cada día que pasa es un día menos para avanzar en un esquema que para el oficialismo es bandera ideológica y herramienta esencial de gestión.
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Un ciclo de desregulación sin precedentes
Desde diciembre de 2023 hasta el 30 de septiembre de 2025, el ministerio eliminó o modificó 1.384 normas, aunque el Congreso restituyó 78 de ellas. A nivel de detalle legislativo, la cartera tocó 10.038 artículos de distintos cuerpos normativos, de los cuales 426 fueron devueltos a su redacción original por decisión parlamentaria.
A pesar de esta tensión institucional, el Gobierno sostiene que la estrategia fue un éxito y que el país "destraba trabas" a un ritmo desconocido en décadas.
El oficialismo presentó su proyecto de Presupuesto 2026 sin pedir prórroga de la emergencia pública ni solicitar nuevas facultades delegadas. Es un giro relevante: por primera vez desde que Milei llegó a la Casa Rosada, el Ejecutivo anticipa que deberá discutir reformas profundas en el Congreso.
Sin embargo, en la intimidad del gabinete aclaran que esa moderación es más táctica que filosófica. "Tenemos los decretos si hacen falta", admitió un funcionario nacional.
La apuesta no es menor: con el traspaso de tres diputados de La Liga del Interior -apodados "los radicales con peluca"- el bloque de La Libertad Avanza sumará 91 bancas propias, más el apoyo del PRO y parte de la UCR. Esa arquitectura les permitiría bloquear en Diputados cualquier rechazo opositor a futuros decretos.
La Casa Rosada interpreta que el clima legislativo será favorable durante los primeros meses del próximo año. Por eso planea avanzar en las grandes reformas que aún quedan en carpeta: laboral, penal, impositiva y educativa, cuyos lineamientos ya empezaron a trascender.
Mientras tanto, el círculo íntimo de Sturzenegger insiste en que no habrá pedido de continuidad de la emergencia. Pero en otras oficinas del Ejecutivo admiten que, si la situación social o económica se complica, una prórroga "podría evaluarse".
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