"Chacho" Álvarez, a 25 años de su renuncia: "No tengo autoridad para hablar"

El ex vicepresidente de Fernando de la Rúa fue visto en un bar de Buenos Aires y se negó a dar una entrevista. "Mi proyecto político fracasó, no puedo hablar de nadie", aseguró a La Nación.

"Chacho" Álvarez, a 25 años de su renuncia: "No tengo autoridad para hablar"

Editó: Mariano Rivas

 Carlos "Chacho" Álvarez (76) vive hoy lejos de los flashes, pero a 25 años de su histórica renuncia a la vicepresidencia sigue siendo una figura imposible de separar de aquel episodio que marcó la política argentina.

Desde su mesa en el bar Varela Varelita, en Palermo, recibe a los habitués con café, charlas y un dejo de ironía. Pero cuando se trata de hablar públicamente, es tajante: "No tengo autoridad política para hablar", sostuvo al diario La Nación. Para remarcar, aseguró: "Mi proyecto político fracasó, no puedo hablar de nadie".  

Álvarez fue el ladero de Fernando de la Rúa en la frustrada aventura política de la Alianza. En aquel entonces, el Gobierno llegó con la promesa de superar al menemismo y combatir la corrupción. 

Su salida del poder, en octubre de 2000, fue un quiebre. El escándalo de las presuntas coimas en el Senado, por el que se investigó si el gobierno de De la Rúa pagaba sobornos a senadores peronistas para aprobar leyes, terminó con su renuncia. Ese portazo aceleró la crisis de la Alianza y el derrumbe de la convertibilidad. Poco después, el peronismo tomó el control de la transición y el país vivió la sucesión de presidentes que desembocó en el 2001.

La renuncia de Álvarez en 2000 marcó el final de la Alianza.

Desde entonces, eligió el silencio. Rechazó el ofrecimiento de Néstor Kirchner para ser canciller, aunque sí aceptó representar a la Argentina en la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur. Además, fundó el Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (Cepes), enfocado en la integración regional.

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A pesar de su retiro, su figura todavía proyecta una sombra sobre la política argentina. Con una autocrítica despiadada, Álvarez se define sin matices: "Soy un político del pasado, del siglo XX, no soy de esta época, no entiendo nada".

A los 76 años, Álvarez mantiene un perfil bajo y evita entrevistas (Foto: La Nación).

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