¿"Habrámos" llegado a octubre?, el peronismo y la hipótesis del fracaso

Las elecciones dejaron un sabor amargo y los libertarios buscan mostrar unidad en medio de una feroz interna. Las posibilidades que baraja el peronismo y la rara oratoria de "El Jefe".

¿"Habrámos" llegado a octubre?, el peronismo y la hipótesis del fracaso

Por:Florencia Silva
Secretaria de redacción

 En este conventillo los grandes temas de la política y la economía se mezclan con vecinos excéntricos, perros mágicos que administran el lugar y una saga de sucesos con límites difusos entre la ficción y la realidad.

Cada uno estaba en la suya. Esa era la sensación que reinaba. Una completa desconexión entre las partes, como ocurre cuando un viento fuerte vuela la ropa tendida y queda una media sobre el malvón, algún calzón caído debajo de las churrasquera. Los comicios en el conventillo habían dejado una atmósfera de cloneta. No había sido determinante, pero el mensaje fue recibido y ahora el músculo central estaba acalambrado.

Karina fue a la Librería Comodoro Py  y anexos para comprar un Sodoku mientras pensaba que hacer.  La fila era larguísima. Había una promo imperdible por el Día del Maestro: llevabas un sobre y te daban un cuaderno Gloria. Los niños Calcaterra y Roggio se llevaban de a montones. Enrique Pescarmona puso sobre el mostrador 346.938 sobres. La larga cola se amontonaba en la puerta de Cristina. Lo habían hecho para molestarla pero esta ni se inmutaba. A pesar de los gritos de la jueza León, que era vecina de la vieja presa y la odiaba porque fumaba de noche y le llenaba de humo la ropa tendida, Cristina no decía nada. Solo pensaba en la hipótesis del fracaso: hacer algo aún asumiendo que puede salir mal. 

La hipótesis del fracaso es como una montaña rusa en la que no sabés si te tocará la curva hacia arriba o hacia abajo, pero igual te tirás. Si te toca hacia arriba: el resultado de las elecciones generaría un "efecto arrastre" negativo para el oficialismo del conventillo: que los vecinos desencantados se queden en sus cuartos, lejos de la urna o que canalicen su enojo votando en contra.  La otra posibilidad es que te toque la curva hacia abajo

La segunda hipótesis es que el triunfo peronista despierte un "voto por miedo" al regreso del kirchnerismo, como pasó en 2019, cuando muchos votantes terminaron apoyándolo no por entusiasmo sino como mal menor. A este panorama se suma la aparición de Provincias Unidas, un bloque de gobernadores que podría quedarse con entre 8 y 10 puntos a nivel nacional, quitándole votos al peronismo y favoreciendo indirectamente al oficialismo. En este contexto, Kicillof es el gran candidato a presidente en 2027.

Al final se llevaron todo en Comodoro Py y anexos. Karina se compró un par de rollos de papel afiche, una cartulinas y armó una casita de Tucumán. La pegó en la pared húmeda del patio del conventillo y se paró en la fuente, con un parlantito JB que le sostenía Lilia Lemoine mientras Martín Menem sonreía a su lado, con las mandíbulas trabadas como un cocodrilo con bruxismo.

Karina conocía la hipótesis de fracaso en la que pensaba Cristina y supo que tenía que dar la cara y hablar, mostrar unidad, seguridad e innovación. A tal punto que estrenó un nuevo tiempo verbal: el pretérito real o contrafáctico: "quiero agradecer a todos los que están presentes y a todos los que trabajan para que nosotros HABRÁMOS llegado a este momento".

Su hilo narrativo fluctuaba entre el fluir de la conciencia de Joyce, cuando mezclaba pasado, presente y futuro en un mismo párrafo, sin transiciones claras ("los cambios están viniendo, ya se van a notar"); la metaficción de Nabokov y el estilo kafkiano, en el que las acciones están atrapadas en un "tiempo imposible" ("habrámos llegado").

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Los pocos oyentes se dispersaron ante el último "¡viva la libertad carajo!" que se sintió con la temperatura de un inodoro en un iglú y un rato después el lugar quedó desierto. Cristina escuchaba desde la ventana con la remera de "Oktubre" de los Redondos, mientras sonaba Música para pastillas. El parlante repetía son todas joyas, patricias de amor y ella dibujaba una montaña rusa en el vapor que dejaba su aliento en el vidrio.