Julián Chabert estuvo con el móvil de Radio Post en el barrio Pedro Molina IV, donde vecinos denuncian robos constantes y más consumo de drogas en la zona. "La situación está desbordada", dicen. Este martes golpearon a un ladrón.
Vecinos de Guaymallén se organizan para enfrentar ladrones
El barrio Pedro Molina IV, en el departamento de Guaymallén, atraviesa una situación de inseguridad "extrema y constante" que, según denuncian sus habitantes, no recibe respuestas efectivas por parte de la policía ni del municipio.
Frente a este escenario, los vecinos comenzaron a organizarse por su cuenta, conformando una especie de "guardia urbana vecinal". Denuncian los hechos delictivos, pero también intervienen directamente: "Llamamos a la policía, pero también actuamos", dijeron al móvil del periodista Julián Chabert, quien estuvo en el lugar este miércoles para Radio Post (92.1 en el Gran Mendoza y San Martín, 96.9 en Luján de Cuyo, 96.7 en La Paz).
La situación cobró visibilidad en las últimas horas a partir de un video viralizado en redes sociales, donde se observa a un grupo de vecinos golpeando a un presunto ladrón que habría intentado arrebatarle el celular a una niña de 12 años.
El hecho ocurrió el martes por la noche, y fue registrado por los mismos vecinos. La menor logró filmar al agresor, y rápidamente se activó el aviso en un grupo de WhatsApp barrial para "salir a buscarlo".
Según relató Chabert, esta modalidad de respuesta no es nueva en el barrio. "Los vecinos se organizan solos, están cansados de esperar. Hacen la denuncia, pero también intervienen por su cuenta".
Otro factor que preocupa es la presencia de consumidores de drogas en la zona. "Acá les decimos los piperos, fuman cocaína y parecen zombis. Cada vez hay más y nadie hace nada", dijeron. Los vecinos afirman que muchos de los delincuentes son conocidos de zonas cercanas, lo que complica aún más la convivencia y eleva la tensión.
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"Si no hacemos nada nosotros, ellos toman el control", advirtieron. Mientras tanto, no hay diálogo con el municipio ni con las fuerzas de seguridad, y el miedo a que estos episodios escalen se multiplica. "Somos un grupo fijo de vecinos pero cuando pasa algo, salimos muchos más. No tenemos otra opción, la situación esta desbordada", mencionaron.
En diálogo con el periodista, varios vecinos -que pidieron no ser identificados por temor a represalias- aseguraron que conocen al hombre que intentó robarle a la menor, y que no sería la primera vez que protagoniza hechos similares.
"Si esperamos a que venga la policía, ya se escaparon. Eso que a cinco cuadras hay una comisaría, pero no actúan rápido", se quejaron. Aseguran que en el barrio los patrullajes son casi inexistentes, y que los robos y arrebatos son parte de la vida cotidiana. "Somos todos trabajadores en el barrio, a mi por ejemplo me robaron mercadería de trabajo", contó un vecino que trabaja vendiendo comida.
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