La Justicia le prohibió volver a la provincia durante cuatro años y deberá residir en Santiago del Estero. La medida busca proteger a la víctima y su familia.
Qué es el "destierro", la condena que recibió un acosador en Tucumán
En un fallo inusual dentro del sistema judicial argentino, la Justicia de Tucumán dispuso que un hombre acusado de acosar durante más de una década a una mujer en Tafí Viejo sea "desterrado" de la provincia.
El acusado, Federico Adrián Punturo, aceptó un acuerdo con la fiscalía y recibió una condena condicional de cuatro años de prisión en suspenso, con la obligación de mudarse a Santiago del Estero y no regresar a Tucumán por ese período.
La medida se tomó tras una audiencia en la que se definieron estrictas reglas de conducta: Punturo no podrá acercarse a la víctima, comunicarse con ella ni ingresar a la provincia. En caso de incumplir alguna de estas condiciones, la Justicia podrá convertir su pena en un año de prisión efectiva.
El caso se hizo público a fines de 2024, cuando la mujer denunció haber sufrido 12 años de acoso constante. "Hace 12 años que vengo haciendo denuncias porque una persona que no conocía aparece en mi domicilio alterando la paz de mi entorno. (...) Nada me garantiza que de acá a dos meses vaya a estar viva", había declarado entonces.
Punturo ya había sido procesado por desobedecer una orden de restricción dictada por el Juzgado Civil V de Familia. Inicialmente, la jueza Isabel Méndez dispuso su arresto domiciliario por 15 días y una evaluación psiquiátrica en el hospital Obarrio.
Sin embargo, el hombre rompió la pulsera electrónica y se fugó, lo que desató un operativo policial que culminó con su detención en Santiago del Estero.
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La decisión judicial de imponerle un "destierro" a Punturo llamó la atención por su carácter excepcional. Aunque no está tipificada de forma literal en el Código Penal argentino, la Justicia la utilizó como regla de conducta dentro de una condena condicional, con el objetivo de garantizar la protección integral de la víctima.
El fiscal Adriana Reinoso Cuello y el abogado Patricio Char intervinieron en el proceso, que derivó en un acuerdo abreviado para evitar un nuevo juicio. Según fuentes judiciales, la prioridad fue asegurar la distancia física entre el agresor y la mujer, ante los reiterados incumplimientos previos del acusado.
El "destierro" de Punturo marca un precedente inédito en Tucumán y refuerza la discusión sobre la necesidad de mecanismos más efectivos de protección para las víctimas de violencia y acoso reiterado.
Durante más de una década, la víctima denunció haber vivido con miedo constante y la Justicia reconoció que todas las medidas anteriores habían fracasado en evitar el hostigamiento.
Ahora, la resolución ordena que Punturo permanezca en Santiago del Estero, bajo supervisión judicial, y cumpla todas las condiciones impuestas por el tribunal.
Si las viola, volverá a prisión. Si las cumple, podrá volver recién dentro de cuatro años a Tucumán.



