Maru Botana, estafada en Mendoza: la "pasta frola" y el daño a CONIN

Maru Botana denunció que una empresa constructora la estafó en Mendoza. Iban a hacer una obra solidaria para beneficiar a las mamás de CONIN en Mendoza y todo quedó en la nada. La demanda es por más de 60 millones.

Todo se remonta a 2021 cuando la pastelera y conductora cedió el uso de su imagen durante dos años, con el propósito de que se levantara un centro laboral dentro de un predio que pertenece a la Fundación CONIN en Las Heras. Allí debía instalarse una pastelería y un salón de usos múltiples para generar oportunidades de empleo. La obra nunca se hizo, no pusieron ni un ladrillo según detalla la presentación judicial y la firma aludió la fractura de la sociedad para justificar que el proyecto quedara en la nada.

Diego Álvarez Ribero, director de CONIN detalló al Post que la institución no participó en el contrato, el cual se firmó entre Botana y la empresa constructora, aunque iban a ser los beneficiarios. Es decir la empresa hizo uso publicitario de la imagen de la empresaria y la forma de pago era la realización de este predio que ella donaría a CONIN. Pero esto nunca ocurrió.

"La empresa hizo uso de la imagen de Maru y nunca construyó la cocina. Solo existe la plataforma. Y Maru denuncia a la empresa por haber hecho uso de su imagen, que era la forma de pago, y la cocina", precisó Álvarez Ribero.

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Y agregó: "Ella ayudaba a las mamás de Fundación CONIN, les daba el uso de sus recetas. Es decir, ella les enseñaba a hacer pasta frolas o algunos otros platos y les permitía usar las marcas para venderlas. Incluso les conseguía clientes. Era excelente. Para eso llegó un acuerdo con esta empresa para hacer una cocina en el predio de CONIN, para la cooperativa de mamás de niños que están en tratamiento, para que la pudieran usar para cocinar, para vender, para capacitar a otras madres. Era un proyecto que cerraba claramente". 

 En el testimonio que dio a América TV, Botana expresó dolor, indignación y una profunda sensación de traición. "Les prometí que se iba a hacer esa obra y nunca se hizo", dijo, remarcando que acompañó el proyecto desde el inicio, viajó a Mendoza, alojó al equipo de la empresa y cumplió todo lo que le pidieron para la campaña. Según relató, la única explicación que recibió cuando la obra no avanzó fue que "se disolvió un socio" y que desde entonces la "dejaron en banda". También subrayó que el golpe fue doble, profesional y humano: la obra estaba destinada a chicos en situación de vulnerabilidad y su ilusión era brindarles un espacio de formación y contención. "Confié plenamente y me dolió mucho", agregó, y señaló que ahora espera que la Justicia determine responsabilidades y repare al menos parte del daño causado.