Quién es el capo narco de la mafia de los Balcanes que cayó con DNI argentino

 Luka Starcevic, nacido en Belgrado, es considerado una pieza clave de la mafia de los Balcanes. El martes 27 de agosto intentó cruzar hacia Bolivia por el paso fronterizo de Mayor Infante Rivarola, en el Chaco paraguayo, utilizando una identidad argentina apócrifa. Funcionarios de Migraciones detectaron la falsificación y lo expulsaron a Brasil, donde enfrenta un proceso de extradición a Serbia.

La llegada de Starcevic a Bolivia coincidía con un momento de máxima tensión. Apenas dos semanas antes, tres de sus presuntos hombres de confianza -Dejanço Lazarevski, Miljan Gjeki y Vanja Miloševi- fueron hallados ejecutados y embalados en una vivienda del barrio Petrolero Norte, en Santa Cruz de la Sierra.

Las autoridades atribuyen esas muertes a la disputa por el control de la compra de cocaína en Bolivia, ruta clave para abastecer a Brasil y desde allí exportar hacia Europa, en coordinación con el Primer Comando de la Capital (PCC).

Investigadores paraguayos sostienen que Starcevic pretendía instalarse en Santa Cruz para recuperar el negocio y reorganizar a su grupo tras esas ejecuciones.

Starcevic inició su carrera como un delincuente común en Belgrado, pero a mediados de los 2000 se integró al Clan de Kotor, una de las organizaciones más influyentes de la región balcánica en el tráfico de cocaína.

En 2015 fue acusado de asesinar a Goran Radoman, entonces líder del clan, con el objetivo de quedarse con el manejo de la conexión sudamericana. Tras el crimen, llegó a fingir su muerte en Europa y se trasladó a Brasil, donde tejió vínculos con el PCC, lo que le dio acceso a rutas estratégicas de cocaína desde Bolivia y Brasil hacia el Viejo Continente.

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En 2020 reapareció sorpresivamente en Brasil, detenido en un control de rutina con una identidad croata falsa. Aunque estaba implicado en homicidios y en la orden de extradición por el crimen de Radoman, fue liberado en 2023 por falta de pruebas, en lo que se considera un error judicial.

Desde entonces se movió entre Argentina y Paraguay, donde obtuvo documentación falsa hasta que volvió a ser capturado. Su caída, esta vez en el Chaco paraguayo, frustra su intento de regresar al escenario narco boliviano, aunque su futuro dependerá ahora de los tribunales brasileños y serbios.

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