A 41 años del crimen, Juan Roberto Badena, quien trabajaba en la escuela a la que asistían los jóvenes, desmintió las versiones que acusan a la víctima de haber intentado abusar de un compañero.
El exportero del colegio negó acusaciones contra el joven asesinado en Coghlan
Juan Roberto Badena, ex portero del colegio técnico al que asistían Diego Fernández -el adolescente asesinado y recientemente hallado enterrado en una casa del barrio de Coghlan- y Cristian Graf, negó de forma contundente las acusaciones públicas por presunto abuso sexual que hizo Adrián Farías, un excompañero de la víctima.
En una entrevista en Radio Mitre este miércoles, calificó la denuncia como "ridícula" y aseguró que dentro de la institución "nunca ocurrió algo así".
Farías, quien habría compartido la secundaria con Diego en la Escuela Nacional de Educación Técnica N.º 36, había declarado que el joven "era problemático" y que incluso habría intentado abusar de él en los baños del colegio. Sin embargo, Badena desestimó completamente esa versión y explicó que "los baños siempre estuvieron controlados por el personal" y que, según su recuerdo, Diego "era un chico tranquilo que no se peleaba con nadie".
La polémica acusación surgió poco después del hallazgo de los restos de Diego Fernández, desaparecido en 1984 a los 16 años. El descubrimiento se produjo durante una obra en una vivienda ubicada en la calle Congreso 3742, donde vivía Cristian Graf, un excompañero del joven, apodado "El Jirafa". Hoy, con 58 años, Graf es el principal sospechoso del crimen, aunque no era amigo íntimo de la víctima; ambos compartían la pasión por las motos.
También te puede interesar: Rafa Nadal abrirá un hotel en Mendoza pero desmienten a Scioli
Los peritajes forenses confirmaron una lesión en una costilla del cuerpo de Diego y evidencias de que fue manipulado antes de ser enterrado, lo que refuerza la hipótesis de homicidio. Aunque el caso ya prescribió por el tiempo transcurrido, el fiscal Martín López Perrando continúa reuniendo testimonios de exalumnos para reconstruir los vínculos de la víctima dentro del colegio.
A pesar del límite legal, la familia de Diego Fernández promueve la "Ley Diego", una iniciativa que busca evitar que crímenes de estas características queden impunes. Mientras tanto, piden que se reconozca la verdad y que el responsable del asesinato, aunque no pueda ser juzgado penalmente, rinda cuentas ante la sociedad.
