La Justicia entendió que mató por accidente a su amigo y lo dejó en libertad

Lucas Jesús Mamaní, de 22 años, recuperó la libertad luego de que la Justicia lo condenara a 3 años de prisión en suspenso en el marco de un juicio abreviado. La decisión se tomó tras considerar que el disparo que terminó con la vida de su amigo Tomás Alexander Cano (21) fue un hecho accidental.

El caso ocurrió en la madrugada del 10 de julio en Las Heras. Según se determinó en la investigación, Mamaní manipulaba un revólver que le había entregado un tercero cuando, al intentar mostrárselo a Cano, a quien describió como "su hermano de la vida", se le escapó un tiro que impactó en el joven.

La víctima fue trasladada de urgencia en un vehículo particular hasta el hospital Carrillo, donde lamentablemente falleció horas más tarde a raíz de la herida de bala.

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Durante el juicio abreviado realizado en el Polo Judicial Penal, Mamaní admitió lo ocurrido y explicó que nunca tuvo intención de disparar. La calificación quedó finalmente como homicidio culposo, ya que la Justicia entendió que la acción fue producto de negligencia e imprudencia.

Sin embargo, la investigación también determinó que el arma utilizada había estado involucrada en un homicidio anterior, lo que derivó en una imputación por encubrimiento agravado.

Pese a que en un primer momento Mamaní estaba acusado de homicidio agravado un delito que podía costarle hasta 30 años de cárcel, el acuerdo de juicio abreviado permitió reducir considerablemente la pena. Así, con la condena en suspenso, el joven quedó en libertad.

Tanto la familia de la víctima como la del acusado reconocieron que ambos compartían una fuerte amistad y hasta convivían, reforzando la idea de que se trató de una tragedia marcada por la imprudencia y no de un ataque intencional.

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