Cumple perpetua por matar a un policía y ahora lo condenaron por "transa"

Matias Molina cumple condena en Almafuerte por matar a un policía. Ahora recibió una nueva pena por vender droga dentro de la cárcel.

Cumple perpetua por matar a un policía y ahora lo condenaron por "transa"

Por: Florencia Silva

 El Tribunal Oral Federal N°2 de Mendoza condenó a 6 años de prisión por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por haberse cometido en el interior de un lugar de detención, a un preso que en agosto pasado fue descubierto con un paquete de marihuana fraccionada dentro del Complejo Penitenciario Provincial N° III - Almafuerte donde cumple prisión perpetua por haber participado en 2015 del homicidio de un policía. En el debate intervino la responsable del Área de Investigación y Litigio de Casos Sencillos de la Unidad Fiscal Mendoza, la fiscal María Eugenia Abihaggle.

Se trata de Matías Emanuel Rosas Molina, quien ya había sido condenado a la pena máxima por la justicia provincial por el homicidio del policía Jorge Lorenz durante un asalto en la ciudad de Maipú, y ahora, con este caso, se transformó en el primer condenado en un juicio oral bajo el sistema del Código Procesal Penal Federal que rige desde agosto pasado en el ámbito de la justicia federal de Mendoza. El debate se hizo en solo dos jornadas: el miércoles pasado con la audiencia de prueba y el viernes la de cesura donde se estableció la pena.

Matías Molina.

El caso

De acuerdo a la acusación, el hecho ocurrió el 28 de agosto del año pasado dentro del mencionado penal. En esa ocasión, personal policial se constituyó en el lugar para llevar a cabo en uno de los módulos una requisa ordenada por la Unidad Fiscal de Violencia de Género. Previo a llevar a cabo esa medida, el personal del Servicio Penitenciario procedió a hacer ingresar a los internos que se encontraban en los jardines externos al sector. En ese momento, un suboficial observó a Rosas Molina dirigirse rápidamente hacia un galpón aledaño, donde arrojó un paquete.

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Al acercarse al lugar, el personal penitenciario recuperó una bolsa de nailon transparente en cuyo interior contenía dos envoltorios: uno con un trozo de sustancia vegetal compacta, y el segundo con 88 envoltorios anudados con el mismo contenido que resultó ser marihuana, con un peso total de 175,5 gramos.

El debate

Para la fiscal, de la cantidad de material secuestrado se podrían haber obtenido entre 175 a 250 dosis de marihuana, y ello es un indicador de que Rosas Molina tenía el fin de comercializarlas dentro del establecimiento penitenciario.

Abihaggle consideró probada la materialidad de la tenencia de estupefaciente con el registro fotográfico que daba cuenta de la existencia de los envoltorios de sustancia estupefaciente, las actas de procedimiento presentadas en la declaración del personal interviniente y el informe de pericia química. También dio por probada la finalidad de comercialización por la cantidad de sustancia estupefaciente secuestrada y la forma en la que la misma se encontraba acondicionada.

Al momento de su intervención en el alegato de apertura, la representante del Ministerio Público Fiscal sostuvo: "No está discutido que estemos ante el hallazgo de sustancia estupefaciente, tampoco está discutido que esta sustancia estupefaciente hallada consiste en 175,5 gramos dispuesta en un trozo y en 88 pequeños envoltorios de idéntica sustancia, como tampoco que fue hallada en un galpón aledaño al lugar en donde el señor Rosas Molina se encontraba realizando tareas de jardinería".

Molina cumple condena en el penal de Almafuerte.

Remarcó "la contundencia y el peso de la prueba de cargo" y señaló que la única estrategia defensiva posible de parte del acusado era hacer dudar a los jueces del tribunal haciéndoles creer que una única declaración testimonial, por más categórica que sea, no era suficiente o que si no se contaba con cámaras que capten lo que aconteció aquel 28 de agosto en los jardines aledaños al módulo, no se podía arribar a la certeza que esta instancia de juicio requiere.

La fiscal destacó la vigencia del nuevo CPPF y al respecto, aseguró: "Nos ordena de alguna manera a interpretar la prueba bajo otra perspectiva, ya no atendiendo a estándares rígidos que versen sobre la cantidad de la prueba, sino, muy por el contrario, atendiendo al peso y a la calidad de la prueba".

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Tras la declaración testimonial del oficial interviniente, un compañero de celda de Rosas Molina y un empleado civil que había oficiado de testigo del pesaje del material estupefaciente, Abihaggle consideró probada la responsabilidad del acusado. También subrayó la importancia de los testimonios y afirmó: "No estamos fluctuando entre dos hipótesis de si se cometió o no el hecho. Muy por el contrario, nos encontramos ante un escenario netamente valorativo de la prueba".

Por su parte, la defensa oficial solicitó la absolución de Rosas Molina por el beneficio de la duda por una "falta de certeza apodíctica y existencia de dudas razonables". Argumentó que era insuficiente la prueba que permitiera acreditar que había sido el imputado quien había arrojado el bulto que contenía marihuana, al afirmar que al momento en que eso ocurrió, se encontraba con otros dos internos. También cuestionó que la fiscalía contaba con un único testigo directo del hecho.

El miércoles pasado, los jueces Roberto Naciff, Pablo Salinas y Héctor Cortes hicieron lugar al pedido del MPF y declararon la responsabilidad penal de Rosas Molina. En el juicio de cesura, realizado el último viernes, le impusieron una pena de 6 años de prisión que fue unificada a la de prisión perpetua, más una multa de 67 unidades fijas. Además, en sintonía con lo requerido por la fiscalía, se declaró la reincidencia, dado que se hallaba cumpliendo una sentencia previa al momento del hecho.