Se operó de amígdalas y murió: comienza el juicio en San Juan

Este martes inicia el debate oral sobre la joven que falleció en 2020 tras una operación de amígdalas. El otorrinolaringólogo imputado por homicidio culposo continúa ejerciendo su trabajo denunció la familia a TN.

Se operó de amígdalas y murió: comienza el juicio en San Juan

Por: Franco Cerroni

El 3 de marzo de 2020, a las 3 de la madrugada, el teléfono de Cyntia Aboal sonó con una noticia devastadora: su hija, Julieta Viñales, había sufrido una hemorragia masiva y los médicos intentaban reanimarla en un hospital de San Juan. Horas más tarde, la vida de la joven estudiante de Medicina se apagó para siempre.

¿Cómo ocurrió?

Julieta, de apenas 18 años, había regresado de Buenos Aires -donde cursaba su carrera universitaria- para pasar las fiestas con su familia y someterse a una cirugía de amígdalas, considerada de bajo riesgo y rápida recuperación. Pero lo que parecía un procedimiento rutinario terminó en tragedia.  Sin embargo, veinte días después de entrar al quirófano, murió  tras una serie de complicaciones que, de acuerdo con la investigación, podrían haberse evitado.

La intervención estuvo a cargo del otorrinolaringólogo Maximiliano Babsía en la clínica Cáceres, la cual duró una hora y media. Según relató la familia a TN, el médico aseguró que la cirugía había salido bien, aunque prescribió un medicamento para controlar hemorragias. Desde el inicio del postoperatorio, Julieta sufrió fuertes dolores en la garganta que fueron atribuidos a molestias normales.

"Nos dijo que había salido todo bien, nos recordó que en el post operatorio iba a estar con unas molestias y nada más. Y le recetó ácido tranexámico, una medicación para las hemorragias. Eso me llamó la atención", reveló su madre Cyntia Aboal en diálogo con TN.

Sin embargo, la situación se agravó el 21 de febrero, cuando la joven comenzó a vomitar sangre y se desvaneció"Julieta gritaba ‘mamá, ayudame, me ahogo'. Fue la peor noche de mi vida. Después de eso perdió el conocimiento. Salí a pedir ayuda, la llevé en mi camioneta al hospital. Ingresó con un shock hipovolémico, pérdida de conocimiento y pulsaciones muy bajas, pero lograron estabilizarla", detalló su madre.

La madre de Julieta, Cyntia Aboal, apuntó duramente contra el médico que estuvo a cargo de la operación de su hija por "mala praxis".

Tras la primera hemorragia, Julieta fue trasladada al Hospital Marcial Quiroga y luego al Hospital Guillermo Rawson, el más importante de San Juan. Allí, recordó Cyntia, Babsía volvió a decirle a la familia que "estaba todo bien" y que la hemorragia era producto del "desprendimiento de una cascarita".

No obstante, la situación empeoró. "No le hicieron ningún estudio durante todo ese sábado. El domingo a las 3 de la mañana nos llaman desde el hospital, y nos dicen que mi hija había tenido una nueva hemorragia masiva, que era una urgencia y que la estaban reanimando hacía 40 minutos. Que necesitaban meterla en el quirófano y ella se estaba desangrando", relató.

En medio del caos, los médicos descubrieron que la arteria carótida de Julieta se había roto. "Ahí lo llamaron a Babsía. Cuando lo vimos, estaba sacado y en shock. ‘Papis, sé que están enojados, pero no sé qué pasó', nos dijo, y a partir de ahí desapareció. Nunca más nos dio una explicación", apuntó.

 Horas después, Julieta sufrió un paro cardíaco y quedó con muerte cerebral. Tres semanas después, su corazón dejó de latir.  

De hecho, luego la autopsia reveló luego que  la joven justamente tenía una laceración en la arteria carótida derecha, lesión que habría desencadenado el cuadro fatal. "Babsía decía que si se la hubiera cortado en la cirugía, ella se habría desangrado en ese mismo momento. Pero lo que pasó fue que la arteria tiene siete capas. Él lastimó varias y, con el correr de los días, se terminó de romper", remarcó Cyntia.

Su familia denunció que el especialista nunca les informó que la cirugía se había complicado y que los controles médicos posteriores fueron insuficientes. "Cuando Julieta entró en terapia, nadie le indicó ningún estudio para ver de dónde provenía la hemorragia. Si le hubiesen hecho algo, se habría visto de dónde provenía el sangrado y podrían haberle practicado un bypass. Mi hija estaría con vida ahora. Tuvieron varias alarmas y muchas posibilidades de hacer algo mejor" sostuvo.

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Julieta Viñales tenía 18 años cuando se sometió a una operación de amígdalas en febrero de 2020, la cual luego lo llevó a la muerte por sufrir hemorragias internas.

Evolución del caso

Tras cinco años de reclamos, el caso será juzgado en la Oficina Judicial Penal de Finalización de Causas del Sistema Mixto de San Juan. La fiscal de juicio es Claudia Yanina Galante.

Babsía enfrenta la imputación por homicidio culposo por mala praxis en los términos del artículo 84 del Código Penal. La pena máxima prevista es de cinco años de prisión e inhabilitación profesional de hasta diez años.

En 2022, la Cámara Penal confirmó el procesamiento del médico, allanando el camino hacia el juicio oral que ahora comienza este próximo martes.

A pesar de ello, la familia lamenta que el profesional todavía siga ejerciendo su trabajo hasta no tener firme la sentencia en su contra sobre su culpababilidad en la muerte de la joven. "Hay muchas pruebas de lo que este médico hizo con Julieta. Confiamos en que va a salir todo bien. Sabemos que el delito que se le imputa es excarcelable. Además, en este país las leyes permiten que él siga ejerciendo hasta tanto haya una condena firme. Y él, efectivamente, sigue ejerciendo", subrayó Aboal.

Mientras esperan que la Justicia determine responsabilidades, los padres de Julieta siguen lidiando con el dolor. "Mi hija estudiaba Medicina, tenía sueños, proyectos, derecho a vivir. El médico nos soltó la mano en el peor momento", lamentó.

Y concluyó: "Mató a mi hija y mató a toda la familia, porque desde que Juli se fue vivimos en el pozo más profundo".

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