El tribunal consideró que actuó con premeditación, violencia de género y afectó de forma permanente la salud de la víctima.
Condenado a 13 años de cárcel por intentar matar dos veces a su esposa
Daniel Nicolás Herrera fue condenado a 13 años de prisión tras ser hallado culpable de dos ataques premeditados contra su esposa, María M. H., ocurridos en 2018 y 2019. La Cámara en lo Criminal y Correccional de 5.ª Nominación de Córdoba, compuesta por los jueces Alfredo Fernando Villegas, Susana Blanc Gerzicich y Enrique Rodolfo Buteler, más jurados populares, dictó la sentencia.
El primer hecho ocurrió el 15 de septiembre de 2018 en un descampado de Colonia Tirolesa, donde Herrera emboscó a su pareja y la golpeó violentamente en la cabeza con un tubo metálico. Quiso simular un accidente de moto, pero el ataque le provocó un traumatismo de cráneo severo que la dejó en coma y obligó a colocarle una válvula de flujo cerebral permanente.
Un año más tarde, mientras la mujer continuaba su rehabilitación en su domicilio, Herrera intentó desprogramar esa válvula acercándole un imán de baja potencia. Le dijo: "La válvula se va a desprogramar y vos te vas a morir; nadie se va a enterar, como nadie supo que te golpeé". Pero el plan falló: el dispositivo no se desactivó debido a la escasa potencia del imán.
La Cámara lo encontró culpable de tentativa inidónea de homicidio calificado por el vínculo y la violencia de género, en concurso real con lesiones gravísimas. Se aplicó la pena máxima para este tipo de tentativa, equivalente a la mitad del máximo del homicidio consumado, fundamentada en la "elevada peligrosidad" del imputado.
En los fundamentos, la jueza Blanc Gerzicich subrayó que Herrera ejercía un "régimen de control absoluto" desde que la víctima tenía 14 años, y que la violencia fue sostenida en el tiempo, tanto física como psicológicamente. El tribunal valoró además el daño neurológico permanente que sufrió la mujer y las consecuencias sobre los dos hijos menores de edad que ambos tenían en común.
El fallo, al que accedió la agencia Noticias Argentinas, describe con crudeza cómo la víctima "se salvó de milagro", pero quedó con secuelas crónicas, riesgo de convulsiones y dependencia de medicación de por vida. Además, los niños "quedaron privados de su madre, y ahora también de su padre, hoy encarcelado".
Ver más: Una mujer que partió desde Mendoza con droga fue detenida en San Juan
Con este fallo, la Justicia cordobesa envió un mensaje claro sobre la gravedad de la violencia de género y la necesidad de proteger a las víctimas, incluso cuando los intentos de homicidio no se concretan.
Esta nota habla de:
