Las balsas improvisadas dejan pocos sobrevivientes del naufragio

El resultado de las próximas elecciones permitirá saber si la nave de Milei sale adelante o naufraga.

Las balsas improvisadas dejan pocos sobrevivientes del naufragio

Por:Jaime Correas

"Tierra del Fuego es la muestra de que si vos le quitas la carga fiscal a un lugar, se expande. El problema no es la ventaja que tiene Tierra del Fuego, el problema es el continente, todo lo que paga de más de impuestos. Es un modelo que muestra que si bajás los impuestos y corrés al estado del medio podés funcionar mejor. Es una experiencia que creemos que hay que replicar hacia adelante"

Javier Milei, presidente de la Nación, luego de visitar Tierra del Fuego

Cuando antes de cumplir 30 años el pintor romántico francés Théodore Géricault (1791-1824) pintó entre 1818 y 1819 "La balsa de la Medusa" no podía imaginar que en el siglo XX su pintura despertaría tanto interés. Hace unos años circulaba por internet uno de esos videos de autoayuda empresarial, imbuidos de la necesidad de alentar la buena disposición laboral, que describía la actitud de cada uno de los protagonistas del célebre óleo. Hoy sus trazos se exhiben en el Louvre parisino, museo que lo compró al poco tiempo de la prematura muerte del autor a los 32 años. La pintura de gran formato, mide casi 5 metros de alto por 7 metros de ancho, tiene particularidades históricas tanto para el mundo de las artes plásticas como para la cultura en general. Uno de los datos excepcionales es que representa un naufragio sucedido apenas dos años antes de ser pintado, lo cual transforma a la obra en una suerte de crónica periodística, si se tiene en cuenta el ritmo de vida del siglo XIX en relación al del XX y ni qué decir al XXI. Pero además su autor se documentó de dos modos distintos, demostrando una curiosidad verdaderamente peculiar. Por un lado fue a hospitales y recorrió morgues para ver el color de los moribundos y de los los cadáveres, a fin de ser fiel en su representación. Por otro lado, y esto sí lo acerca al periodismo, entrevistó a dos de los sobrevivientes para poder no sólo "contar" con sus pinceles lo sucedido, sino tener en claro detalles como el tamaño de la balsa, por ejemplo, y las vivencias de los protagonistas. El ingeniero Alexandre Correard y el cirujano Jean-Baptiste Savigny, dos hombres muy ilustrados para los estándares de su tiempo, fueron las fuentes del artista. El espíritu romántico que lo alentaba le inspiró tener de punto de partida un hecho que había sido muy escandaloso y que estaba fijado en la memoria reciente de quienes observarían su trabajo.

El 2 de julio de 1816 la fragata de la marina francesa "Méduse" había naufragado frente a las costas de Mauritania, en el África. Llevaba a bordo 400 pasajeros, incluyendo a los 160 de la tripulación, y botes sólo para 250 personas. Por la impericia de su capitán, encalló en un banco de arena en la bahía de Arguin. El vizconde Hugues Duroy de Chaumereys, con la monarquía reinstalada, había sido nombrado al mando, pese a que había navegado muy poco en los años previos al desastre. La misión de la embarcación era recibir de Inglaterra la colonia de Senegal tras la "Paz de París", luego de Waterloo. La derrota de Napoleón había sido un desastre para Francia y el acuerdo sobre todo retrotraía los límites adonde estaban antes del avance imperial napoléonico. Y también había restituciones, como la que generó el viaje. La misión de la "Méduse" era un pequeño premio consuelo pero se malogró con el accidente, atribuido a la mala decisión del capitán de acelerar el paso para llegar antes a destino, lo cual lo llevó a desviarse muchas millas marinas y quedar a la deriva. Una vez producida la colisión y acomodados los que embarcaron a los botes salvavidas, un grupo decidió quedarse en el nave y el resto, 145 hombres y una mujer, se subió con dificultad en la balsa improvisada de 20 metros por 7 metros. La construyeron a las apuradas y cuando recibió el peso humano no se mantuvo a flote todo lo que esperaban. El capitán había abordado uno de los botes salvavidas. Intentaron arrastrar la balsa, pero al final quedó al garete. Nunca se supo si las amarras se soltaron involuntariamente o alguien las soltó. En los primeros días, con los poquísimos víveres que les habían dado, se produjeron sobre la improvisada embarcación suicidios, asesinatos, canibalismo y una batalla sórdida por la supervivencia que hizo posibles todas esas escenas horribles. Tras 13 días, los 15 sobrevivientes fueron rescatados de modo casual por la nave "Argus", pues nadie había ido a socorrer a los náufragos. El hecho fue visto como una humillante vergüenza para la corona francesa, restaurada tras la derrota de Bonaparte. Francia recorrería una larga historia monárquica e imperial con idas y vueltas hasta 1870 en que Napoleón III fue depuesto y nació la III República que llegará hasta 1940. La historia muestra que aunque a veces el presente es de naufragios y desastres los procesos son largos y merecen que los protagonistas extremen sus dotes para cumplir lo mejor posible su papel histórico. La tentación de la gloria personal es tan humana como antigua y deja lugar para pocos ejemplos de personalidades que comprenden su papel, saben jugarlo y salir de escena a tiempo. Un caso francés para estudiar es el del general Charles De Gaulle. Pero esa es otra historia que tiene epicentro en aquel 1940 republicano. Las raíces, como en todo devenir histórico, vienen de antes. De allí también que esas pretensiones de volver a recrear tiempos pasados supuestamente gloriosos sean bastante ñoñas (como se les endilga a los republicanos) e ignorante de las dinámicas históricas.

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Cuando se proyecta el espejo de la historia hacia el presente es imposible no pensar en el naufragio del populismo corporativo argentino y en la presidencia de Massa-CFK-Fernández. Es similar a la capitanía del "Méduse" del vizconde, sólo posible porque estaba en marcha una larga agonía monárquica que se negaba a dar paso a algo nuevo. El fracaso de la Argentina es evidente, lo que cambia es a quien se lo atribuye cada uno y ahí surge eso que algunos llaman la grieta y otros ven simplemente como la imposibilidad de encontrar síntesis que permitan salir del circulo vicioso. ¿Es Milei lo nuevo? Hay más preguntas que respuestas.

La suma de errores cometidos por el gobierno desde el ya antiguo discurso de Davos hasta el presente lo han ido alejando de muchos apoyos que tenía. La construcción política para tener chances electorales y legislativas ha sido ruinosa. La elección de los candidatos propios, con Espert a la cabeza, dista de ser virtuosa. Con propios como el "Profe" y Spagnuolo, mejor los ajenos. Y si se piensa que el peronismo es indemne a abusadores sexuales condenados como Alperovich o corruptos explícitos como Insaurralde, lo nuevo debería extremar los cuidados porque hoy sólo se habla de Espert. Los casos flagrantes peronistas no tienen ningún espacio mediático. Caducaron. Espert es el típico caso en que lo operaron con la verdad. La tenían guarda desde mucho antes y la sacaron en el momento adecuado, como los audios. La conexión narco es a la elección de octubre lo que los dichos de Spagnuolo al comicio en PBA. De manual, demasiadas coincidencias.

Esta situación muestra la calidad de la gestión política del oficialismo. Con lo cual poco importa si es operación. Lo que faltó fue prevención y control de daño. Como siempre, el costo lo paga el presidente Milei. El candidato ya no debería estar hace rato, quizás nunca debería haber sido cabeza de lista. Se trata de un caso que lleva años macerándose. Espert y Spagnuolo parecen más que amigos dos "topos" puestos ahí para activarlos a fin de ocasionar daño. Una muestra más, una de muchas, de la impericia política que espanta a muchos que querrían acompañar al gobierno porque coinciden en la columna vertebral económica y de desregulación. La enumeración de yerros sería larguísima y archirrepetida. Salvatajes como el de Trump-Bessent se producen cuando algo no anda bien, Houston, no cuando TMAP (el arrogante "todo marcha de acuerdo al plan" caputiano, que ha quedado en ridículo). ¿Cuál era ese plan que marchaba acorde a los deseos oficiales?

Todo lo que se pueda decir hoy está sujeto a las inciertas elecciones del 26 de octubre. Lo que viene sucediendo hace muchos meses y que se ha incrementado en las cercanías electorales no es casual. En eso sí parecería que todo marcha de acuerdo a un plan. Lo que hace unos meses parecía un paseo hacia un triunfo holgado que iba a permitir mayorías legislativas llevó al oficialismo a dinamitar la mayoría de los puentes que tenía. Error de cálculo, ahora no tiene por donde salir y está obligado a huir hacia adelante. Ejemplo: Milei llegó a la presidencia casi sin ir al territorio, ganó el sillón en las redes y en sus apariciones rutilantes en los medios, o eso era al menos de lo que se jactaban sus apólogos. Alguien que había encontrado un nuevo modo de hacer política. Ayer lo sacaron a los huevazos de Santa Fe, uno de los distritos claves para la votación. ¿Cuánto vale simbólicamente la foto de la huida? ¿Quién monta ese escenario que crea una imagen, que puede no ser cierta en la realidad pero que queda instalada? Hubo un lanzamiento en Ezeiza de políticas de seguridad de mano dura y el candidato Espert estaba escondido en la tercera fila en vez de estar repitiendo "cárcel o bala" en la primera. Hay algo del diseño político que está definitivamente fallido. En algo más de 20 días estará la respuesta de su efecto. Milei sin dudas ha perdido parte de lo que tenía ya conquistado en base a bajar la inflación y ajustar la economía a la realidad. Es difícil seguir la lógica de ajustar discapacidad y educación al tiempo que se justifica de modo insólito el régimen de Tierra del Fuego. Si no fuera tan malo lo que hay enfrente ya la suma de errores lo habrían hecho naufragar. Le queda la esperanza de sumar por el espanto, porque ha hecho todo para restar.

Una de las cosas que esas piezas de autoayuda con la actitud de los naúfragos de la "Méduse" omitía era que de las 146 personas que abordaron la balsa sólo sobrevivieron 15. Pero además, eso ya fue parte del salvataje. Lo que evitaban decir muy sugestivamente eran los antecedentes: situación política que justificaba un capitán que no debería haber estado ahí, acciones erróneas de ese guía que llevaron al naufragio, pero también escasez de botes salvavidas, dudosos criterios de elección para abordarlos, ausencia total de decisión del gobierno francés para rescatar a los náufragos que estuvieron varios días a la deriva, etcétera. Si se piensa que los 15 sobrevivientes se salvaron por azar se completa un panorama. Nada fue producto de la prudencia, la programación, el profesionalismo, la conducción virtuosa, sino más bien de las peores pasiones humanas, de la codicia, la crueldad y la violencia. Aquellas visiones de autoayuda también omitían los casos de canibalismo sobre la balsa, los suicidios y los asesinatos. Cuando no se conocen los contextos y la historia las visiones suelen ser equivocadas. El resultado de las próximas elecciones permitirá saber si la nave de Milei sale adelante o naufraga. Lo cierto es que con todo lo que ha generado desde adentro de su gobierno no ha sumado un solo votante y sí, desgraciadamente para él, es posible que haya perdido muchos de los que en los tiempos de euforia estaban con él.

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