Estudié durante 28 años, pero no soy profesor

Estudié durante 28 años, pero no soy profesor

Por:Victor Adrián Díaz Esteves

 No soy profesor por eso no saludé ese día a mis colegas, ni esperaba un saludo. Tampoco me sumo a un festejo mundial de tales características, sólo porque se pone de moda el famoso "día de..." o porque lo declaran los organismos internacionales... o los estados a través de nuevos decretos o proyectos de ley...¿? ...¿y hay que celebrar acaso el día del profesor? Prefiero que no. 

¿Para qué estudié la carrera de pedagogía, entonces?¿Para qué me enfrento al aula todos los días ante una cantidad de estudiantes diversos, con múltiples complejidades, historias, sueños, frustraciones, alegrías y más? Justamente, no les voy a enseñar nada... Me niego. Porque, no soy docente, ni periodista, ni doctor en educación, ni máster en ética y desarrollo humano; ni licenciado en ciencias de la comunicación social; ni licenciado en educación, ni estudiante de psicología... (que es en estricto rigor legal lo que dicen los cartones que obtuve o los que pretendí poseer), ni soy investigador en educación intercultural (...) Soy persona, ante todo y antes que nada. 

Mi profesión, es el fruto de lo que estudié desde 1994 hasta el año 2022, en total fueron 28 años institucionalizado, haciendo carreras varias, carreras otras, pero sin correr una carrera, sin prisa, tratando siempre de disfrutar del camino, de los frutos y agradecido a las personas que me han ido apoyando en él y alentando a no claudicar (las que están y las que partieron).

Tentaciones de abandonar fueron innumerables, pero nunca lo hice. ¿Me hace feliz? Claro que sí, porque no se trata de ser algo o decir que soy algo, sino más bien pasar desapercibido (profesor invisible/no ser) con el objetivo de contribuir con un granito de arena hacia la generación de las condiciones dignas para que otros seres humanos sean mejores personas que nosotros, nos superen ampliamente, mejores humanamente hablando. 

Por eso Paulo Freire, filósofo, abogado y pedagogo, padre de la educación popular liberadora, dijo alguna vez: "nadie educa a nadie (...)" y le agregaría, "porque nadie sabe nada, ni tiene por qué educar". Si logramos, por un instante, sentir esa humildad que nos permite llegar lejos, estaremos siempre ávidos de aprendizajes nuevos, sin la necesidad de decir: "soy profesor" en lugar de decir "soy persona".

Victor Adrián Díaz Esteves

araty.research@gmail.com

Uruguay-Chile