La reciente foto de Daniel Osvaldo con un cigarrillo en la mano en la previa del superclásico reavivó una vieja polémica. No es bueno, pero lo hacen.
Derribando mitos: los futbolistas sí fuman
A pocos días del primer Boca - River de la Libertadores, fotografiaron a Daniel Osvaldo fumando en Puerto Madero y las bombas empezaron a explotar casi instantáneamente. La imagen fue publicada la misma jornada en que un paparazzi denunció al delantero del Xeneize por haber pateado su auto luego de una persecución policial que comenzó en la Boca y terminó en Lanús.
Las críticas por la "falta de prefesionalismo" hacia el ex jugador de Inter de Italia no se hicieron esperar y hasta algunos hipotetizaron con una posible sanción por parte de Arruabarrena. Aún así, lamentamos derribar el mito de quienes pensaban que los jugadores no fuman.
¿Los jugadores fuman? Sí, sí lo hacen.
Obviamente el porcentaje de futbolistas fumadores es mínimo, pero ya sea en la cotidianidad o bien el marco de una situación especial (una fiesta, una celebración, una noche de juerga), son varios quienes canalizan sus picos de ansiedad en un rollo de nicotina. Ayer, hoy y siempre.
¿Fumar los hace menos profesionales?
Es imposible no relacionar la acción de fumar en un deportista de elite con ausencia de profesionalismo. Lo ideal sería que los pulmones de un futbolista de alto rendimiento tengan la mayor capacidad de oxígeno posible, sin ningún tipo de contaminación, y con las vías respiratorias libres de cualquier tipo de estorbo. Aún así, que un jugador fume un cigarrillo eventual o diariamente no necesariamente afecta de manera directa a su rendimiento actual, aunque depende de cada persona, su resistencia y su reacción.
Osvaldo no es el primero, ni será el último
Grandes ídolos de la historia del fútbol han sido fumadores. Desde Diego Maradona hasta Enzo Francescoli. El revolucionario brasilero Sócrates, el siempre polémico Balotelli, el crack francés Zinedine Zidane, el goleador inglés Wayne Rooney y varios de los que hicieron historia con Godoy Cruz en la Copa Libertadores, entre otros, engrosan una lista de futbolistas fumadores de los cuales sólo un pequeño porcentaje conoce la luz, y el resto lo mantiene en el anonimato absoluto.



