Murió el heredero de una de las fortunas más grandes del país

Alejandro Bengolea era nieto de Amalita Fortabat. Mil millones de dólares más la cementera Loma Negra.

Murió el heredero de una de las fortunas más grandes del país

Por: Mendoza Post

Murió hoy a los 50 años el empresario Alejandro Bengolea, nieto y heredero de la fortuna de Amalia Lacroce de Fortabat, “Amalita”, la conocida empresaria y mecenas argentina fallecida en febrero de 2012. Bengolea era una de los herederos, junto a madre y sus hermanas, de la fortuna de Amalita, calculada en unos 1.000 millones de dólares, más la cementera “Loma Negra”.

Beongolea fue el primer nieto de Amalia Lacroze de Fortabat. Falleció esta madrugada en su casa de Barrio Norte, víctima de cáncer. Tenía 50 años y era uno de los herederos de la multimillonaria fortuna que dejó quien fue una de las empresarias más ricas de la Argentina.

Coleccionista de arte contemporáneo, el primogénito de Inés Lafuente (la única hija que tuvo Amalita) era hermano de Bárbara Bengolea y Amalia Amoedo, fruto del segundo matrimonio de su madre.

Padre de dos niños, Sofía y Alejandro, de su matrimonio con Zelmira Peralta Ramos, era familiero y durante su niñez gozó de una vida aristocrática al cuidado de su abuela en la casa de Palermo Chico; la empresaria realmente lo consideraba un hijo y le transmitió su pasión por el coleccionismo.

Alejandro Bengolea.

Bengolea se autodefinía como "un apasionado de la capacitación dentro de la organización" y alguna vez reveló que, mientras vivía, su abuela ocupaba el primer lugar de la lista de llamados a la hora de pedir un consejo porque la consideraba "un patrón de referencia, dueña de una visión única".

Estudió Administración de Empresas hasta tercer año y completó su capacitación con cursos cortos en Europa y los Estados Unidos; a la par recibía clases semanales dictadas por economistas como Ricardo López Murphy, Gerardo Della Paolera y José María Dagnino Pastore.

Amalita Fortabat murió en 2012.

La fortuna de Amalita tiene un administrador conocido: Alfonso Prat Gay. Los más de US$ 1000 millones del patrimonio de Amalita fueron objeto de un sinnúmero de conjeturas a su muerte, ocurrida tres años atrás. Algunas sindican la existencia de un testamento, actualizado año tras año, para repartir hasta el 20 por ciento de sus bienes. Pero aun esa porción de su patrimonio, por su internacionalidad, variedad de activos y posesiones de toda índole -desde joyas, obras de arte, barcos y aviones-, fue en realidad ordenada dentro de un gran “master plan” de disposición de bienes y repartida años atrás para sortear diatribas familiares junto con los límites sucesorios de las leyes argentinas.

El heredero

En alguna ocasión, Bengolea comentó que se sentía atraído por las obras vanguardistas, mucho más cuando sus amigos le decían que la pintura que había elegido era "una porquería". "Es el Van Gogh del futuro", solía responder entre risas. "Es fascinante ayudar a alquien a quien uno le ve talento; tiene la adrenalina de una inversion, de apostar por un artista desconocido que luego va a ser descubierto", argumentaba.

Más allá de su actividad empresarial, Bengolea tenía una pasión mucho más terrenal que las grandes obras de arte: era fanático de Racing y alguna vez fantaseó con ser presidente de la institución de Avellaneda. Finalmente tranquilizó a su abuela al asegurarle que era una broma.

Afirmaba que su papel de heredero no le pesaba, pero mantenía un bajo perfil; sólo su muerte lo convirtió en noticia de los principales medios de comunicación.  (Fuentes: Infobae, La Nación)