El 1 de enero de 2017, en Alvear, Joan Ariel Villegas fue asesinado de un piedrazo en la cabeza. El principal acusado es Luciano Cabral, ex volante ofensivo de Argentinos Juniors. Coimas, injusticias y dolor.
Habló la mamá de Joan Villegas: "Me lo entregaron en cajón cerrado"
El 1 de enero de 2017, en General Alvear, hubo un hecho que al principio parecía confuso pero que posteriormente se fue aclarando bastante y que tiene que ver con el asesinato del joven Joan Ariel Villegas. El homicidio se produjo luego de una riña callejera, en la cual los atacantes golpearon al joven con un pedazo de escombro en la cabeza, lo que le produjo hundimiento de cráneo y una dolorosa agonía.
Uno de los acusados es el conocido jugador de fútbol Luciano Cabral, ex volante ofensivo de Argentinos Juniors y en ese momento jugaba en Atlético Paranaense de Brasil. Cabral es oriundo de ese departamento, en ese momento se encontraba en Mendoza y quedó implicado en el crimen junto con parte de su familia: su padre y algunos de sus primos.
María Ángeles Hualpa es la madre de Joan y a quien además le ofrecieron un llamado por parte de alguien cercano al acusado futbolista para “arreglar” con un millón de pesos para que el juicio sea abreviado y que así el jugador pueda salir en libertad de manera anticipada. Además denunciaron amenazas y coimas para evitar que el ex volante caiga definitivamente en la cárcel. El 24 de mayo será cuando se conozca la condena para los imputados.
"Me lo entregaron en un cajón cerrado, porque hasta me quitaron la posibilidad de tocarlo"
“La última vez que vi a mi hijo fue el 31, cuando comimos lo poco que teníamos, compartimos con mis otros dos hijos y luego no lo volví a ver. Me lo entregaron en un cajón cerrado, porque hasta me quitaron la posibilidad de tocarlo y de poder despedirme", dijo la madre de Joan en diálogo este viernes con Te Digo Lo Que Pienso -que se emite de lunes a viernes de 6:50 a 9:00 en Radio La Red Mendoza 94.1-.
"Lo mataron de una manera tan cruel y tan inhumana. Todos me decían que lo velara a cajón cerrado, así que ni siquiera tuve la posibilidad de tocarlo por última vez ni despedirlo", dijo María, conmovida.
El enfrentamiento
"Mi hijo no le permitía que le dieran paco a los pibes"
Hualpa detalló cómo fue el contexto del ataque, y narró: "Nosotros teníamos una murga y hacíamos trabajo social en barrios carenciados de Alvear. El hermano del primo de Cabral, que también está acusado, es uno de los que trajo el paco a la zona, de hecho fue detenido con paco y cocaína. Mi hijo no le permitía que le dieran paco a los pibes por todo el trabajo que estábamos haciendo, y ahí empieza la pelea, unos seis meses antes de que lo mataran".
Y agregó: "Mi hijo comenzó luego a recibir amenazas, telefónicas y personalmente, que en el juicio quedó demostrado".
"La noche que mataron a mi hijo lo meten en una encerrona, algunos corriendo y otros en auto. Ese mismo día lo habían amenazado", dijo.
La coima
"Desde el primer momento Mauricio Moreno, alias ‘El Panadero’, un amigo de ellos y también conocido por nosotros, me ofreció arreglar, porque todos sabemos el ambiente en que se maneja esta gente. Él ofrecía plata y presionaba a los testigos para que le bajen la preventiva. A mí me dijo que me quería dar un 'resarcimiento económico', yo no les hice caso y después insistieron mucho, así que decidí bajar un programa en el teléfono para grabar la conversación y probarlo. Hasta la abogada querellante que teníamos me llamó para arreglar. La tuve que cambiar en el inicio del juicio", detalló la mamá de Joan.
Y dijo: "Directamente me dijeron que Argentinos Juniors y el CAI habían puesto un millón de pesos para que yo aceptara un juicio abreviado, pero primero me decían que era un resarcimiento económico".
"Me dijeron que ya habían comprado jueces, abogados y fiscales".
"Me dijeron que el padre y los primos se iban a hacer cargo, que solo aceptara el abreviado para Luciano, siempre me hablaban de él, lo otros no importaban; lo querían hacer pasar como partícipe secundario, que iba a estar tres o cuatro años preso, que salía y que iba a ir a jugar. Que ya habían comprado jueces, abogados y fiscales. El abogado de Luciano hasta me llegó a decir que era amigo de Ernesto Sanz y que iba a hacer tratativas para llegar hasta el Procurador, y que este ya había aceptado, entonces que aceptara la plata porque ya estaba todo arreglado y me iba a quedar sin nada. Pero nunca acepté".
"Acá nos conocemos todos, y no es la primera vez que esta familia está implicada en un homicidio. Ellos trajeron toda la droga a Alvear", aseguró la mujer.



