El vicepresidente podría verse complicado por las cuentas de Agustina Kämpfer.
Para complicar a Boudou, Lijo pone el foco en su ex novia
Ariel Lijo avanza prolija y trabajosamente sobre la figura de Amado Boudou. A fines de junio pasado lo procesó en el marco de la célebre causa Ciccone y ahora se decide hacer lo propio con otro expediente, el que lo investiga por enriquecimiento ilícito, iniciado en febrero de 2012 y por el cual el vicepresidente ya se encuentra imputado.
En esa causa, el juez se ha encontrado con que a Boudou no le cierran las cuentas. No le costó nada llegar a esa conclusión: tomó el detalle de sus ingresos y sus egresos y se dio cuenta de que no cerraban por ningún lado.
Lijo no debió hacer ninguna investigación exhaustiva, tomó los datos que el propio vice reveló en su declaración jurada y los contrastó con los reportes del Registro de la Propiedad Automotor, el Registro de la Propiedad Inmueble y la Inspección General de Justicia, entre otros.
Al mismo tiempo, el magistrado puso el foco en algunos de sus socios y en su ex novia, Agustina Kämpfer, ya que sospecha que parte del dinero que ostentan todos ellos provendría de ingresos cuyo rastro intenta ocultar Boudou.
En ese contexto, Lijo enfocó la lupa sobre "Ediciones del Copete S.R.L.", firma que edita la revista Minga! Se trata de una publicación que lanzó Kämpfer cuando aún era pareja del vice.
Mientras analiza los libros contables de la editorial, el juez decidió pedir a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) las declaraciones juradas presentadas por la misma sociedad para analizar cómo se financia el emprendimiento periodístico.
En el entrecruzamiento de esos datos, Lijo espera encontrar parte de las respuestas que hoy lo desvelan. Lo que resta, deberá localizarlo en las cuentas de los socios de Boudou, principalmente José María Nuñez Carmona.
Otro interrogante aparece en el horizonte del juez: ¿En qué momento el vice pegó el salto que lo llevó a obtener la fortuna que hoy ostenta?
Todo parece indicar que se dio a partir del año 2009/2010, no casualmente cuando algunas de las sociedades que integran sus amigos —monotributistas algunos de ellos— empezaron a formarse.
El primer llamado de atención apareció a través de la declaración jurada que el propio vice presentó ante la Oficina Anticorrupción (OA) en el año 2010: allí quedó reflejado que su patrimonio aumentó, en solo cuatro años, a $1.466.030. ¿Cómo logró semejante milagro?
La única explicación que da el vice para justificar su crecimiento patrimonial tiene que ver con dividendos que le habrían dejado supuestas inversiones inmobiliarias a través de una sospechosa sociedad denominada Hábitat Natural, la cual integra junto a Núñez Carmona.
Es que, en el año 2010, el vice declaró a la OA que su paquete accionario —posee el 50% de esa sociedad— ascendía a $6.000. Sin embargo, en el rubro ingresos admitió dividendos por la misma firma que alcanzan los $190.000.
No es la única incongruencia que el funcionario deberá explicar: una operación sospechosa se cierne sobre la referida Hábitat Natural, adquirida por el vice el 10 de septiembre de 2010. La empresa fue creada poco antes, el 9 de agosto, y el 1° de marzo de 2011 su capital social pasó de 40 mil pesos a $720.000. ¿Quién puso esa diferencia dineraria?
Independientemente de las sociedades en sí, Boudou ha acumulado a lo largo de los años onerosos bienes que nadie sabe cómo ha podido adquirir: una moto BMW ADV cotizada en 91 mil pesos, un Fiat Adventure 0 km —que dice haber pagado $110.750—, una moto Harley Davidson, un coche marca Audi y un viejo Honda Civic. Por este último vehículo, el vice debió enfrentar otro problema judicial, pero ese es un capítulo aparte.
A su vez, tiene un departamento en Puerto Madero comprado en 2008 a $673.200. Es el que fue allanado por el ahora apartado fiscal Carlos Rívolo, donde se encontraron pruebas de sus vínculos con el fantasmal Alejandro Vandenbroele.
En rigor, según su propia declaración jurada del año 2010 —una de las últimas que presentó—, su principal ingreso ha sido el que le dejó su salario como funcionario del Estado Nacional, lo cual le permitió embolsar cerca de 300 mil pesos durante ese período. Como puede verse, los números no cierran.



