"Ya están jugadas todas las cartas", dice Marcos Niven sobre la interna del PD

“Hoy no es para hablar de la interna, hoy vamos a hablar de la vitivinicultura”. La frase pertenece al diputado Marcos Niven, a la sazón vicepresidente 2° de la Cámara de Diputados de Mendoza.

El Post se lo cruzó en el desayuno de la Coviar y le preguntó por la “interna” feroz que vive el Partido Demócrata, impugnación de listas mediante.

“En la interna ya están jugadas todas las cartas, no hay ninguna novedad”, dijo a este diario el legislador “ganso”.

-¿Qué opina de los que dicen que fue una chicana lo de impugnar la lista?

-Le voy a hacer una comparación: si a un jugador de fútbol le da el doping positivo, con el latiguillo de que en “la cancha se ven los pingos”, ¿hay que dejarlo competir o se lo sanciona? Las normas son para cumplirlas. Acá hay un montón de leyes que no se han cumplido y lo único que ha hecho la Comisión Electoral es exigir su cumplimiento, para ellos y para nosotros. Una gran cantidad de listas nuestras se han caído por las mismas formalidades.

-Hablemos de la vitivinicultura, ¿cómo ve el panorama? Dicen que 2017 fue uno de los peores años.

-Preocupante. Preocupante la caída de despachos, preocupante la pérdida de mercados, preocupante el avance de la cerveza en sectores que antes eran vitivinícolas. Preocupante que también se ha caído la exportación. Y un gran dilema: estamos obligando a hacer mosto para disminuir la oferta de vino y al mismo tiempo en este año y tres meses se han importado 90 millones de litros. Cosas totalmente contradictorias. Estas cosas hay que definirlas, si vamos a exigirles a los productores hacer mostro para disminuir la oferta de vino, no podemos estar aceptando que se importen 90 millones de litros que es más de un despacho mensual acá en Argentina.

-El problema del vino es de larga data y obedece a múltiples factores, ¿cuál es el primero que hay que atacar?

-Yo creo que se ha quedado el consumo de vino en la mesa y en la juventud, excepto en provincias vitivinícolas como la nuestra, es algo demodeé. Las otras bebidas le han ganado, son mucho más populares, son mucho más cancheras.

Tenemos que conquistar esos segmentos para que vuelva a ser algo que la juventud pueda esgrimir, no como una antigüedad, sino como algo moderno y que hace a un placer. Realmente el consumo de vino es un placer.