Eso que te molesta de ellos tiene nombre, está tipificado y es parte de una realidad cotidiana.
"Manspreading" y "Mansplaning": incómodos detalles masculinos
Dos de las costumbres más insoportables del género masculino están vinculadas con el “Manspreading” y el “Mansplaning”.
La primera está relacionada con la manera en que los hombres suelen sentarse en un acto público, pero más frecuentemente en los asientos del transporte, abriendo por demás las piernas y ocupando más espacio del que necesitan.
El término fue acuñado por el diccionario de Oxford en agosto de 2015, luego de que un blog de noticias de Nueva York definiera este término como la forma en que los hombres “desparraman” sus piernas en el transporte público.
Esta actitud, sin duda machista, generó diversas campañas de concientización alrededor del mundo, claro, sin llegar nunca a la Argentina.
Pero esta actitud podría significar un detalle a comparación del concepto de “mansplaining” –y de otros micromachismos- que surgió en 2008 a partir del artículo que escribió una reconocida escritora criticando el mal hábito que tienen algunos hombres de explicar cosas a las mujeres, con independencia de si se sabe algo del tema y usando por lo general un tono paternalista y condescendiente.
Rebecca Solnit comentó en ese texto cómo un hombre primero le preguntó “¿De qué tratan tus libros?” y luego la interrumpió para contarle lo que pensaba acerca de un libro “muy importante” que se había publicado ese mismo año sobre ese mismo tema.
Acto seguido, los presentes quisieron explicarle al hombre que el libro del que hablaba era justamente el que Solnit había escrito.
En el texto se detalla, por ejemplo, que el concepto de mansplaning tiene mayor relevancia en situaciones en las que el hombre sabe poco y la mujer es la experta en el tema.
no creo que entiendas la reforma laboral
— Martin Tetaz (@martintetaz) October 24, 2017
Un ejemplo bien argento fue citado por el diario Clarín cuando se refirió a Graciela Adán, quien posee dos títulos universitarios y un posgrado y se desempeña hoy como presidenta de Fundación Global y miembro de Voces Vitales. Ella fue gerenta de relaciones institucionales de Canal 13 durante la presidencia de Raúl Alfonsín.
Con una distancia crítica de treinta años, reflexionó: "Aunque tenía el cargo y hacía el trabajo, los hombres me trataban como si fuera su hija, me explicaban las cosas como si fuera una nena. No importaba si eras buena o mala, esa era la metodología en ese momento".
Con el tiempo, pudo concretar allí sus proyectos y hacerse un lugar, a pesar de esa situación: "Aunque éramos todos gerentes, me trataban como a la chiquita que hay que proteger porque ellos eran los que sabían".
Los casos de mansplaning son más que algo anecdótico o subjetivo, algo que una mujer simplemente “siente” que sucede. Según un estudio de las universidades de Brigham Young y Princeton, los hombres hablan tres veces más que las mujeres en las reuniones de trabajo.
"Ellos se toman, y se les asigna, más tiempo para hablar en casi todos los entornos profesionales", dijo Julia Baird en un artículo de New York Times, donde propuso -además- la incorporación de un nuevo término, el manologue (o "manólogo", en español), que busca nombrar la verborragia masculina cuando no es solicitada.



