Tiene 17 años, acompaño a su hermanita a comprarse a un corpiño y lo que vio le cambió la vida.

Así se hizo rica la adolescente que empezó a vender corpiños diferentes

Por: Mendoza Post

Se llama Megan Grasell, vive en Estados Unidos y es la chica que se fue de compras y regresó con una idea millonaria.

Todo comenzó hace un par de años,  cuando Megan acompañó a su hermanita menor, Mery Margaret, a comprar su primer corpiño. 

La pequeña eligió varios modelos y, cuando se probó el primero –con sistema push-up y animal print–, su hermana no podía creer lo que veía. Algo no estaba bien.

 “Oh, my God! You can’t wear that!” (Dios mío, no podés usar eso), exclamó, y siguieron buscando durante horas un corpiño adecuado para la pequeña. No encontraron uno. O tenían aros, o relleno, o eran muy sexys para una preadolescente. 

Megan volvió a su casa sin poder creer la experiencia, pero convencida de que esa no era la clase de ropa interior que necesita una chica en los cuatro o cinco años más confusos de su vida.

Fue ahí cuando decidió crear ella misma corpiños más apropiados.  Pero había un pequeño problema. No sabía nada sobre diseño, costura, telas y no tenía un peso de inversión.

  Megan Grasell acaba de cumplir 19 años y todavía no ha puesto un pie en la universidad.  

Le pidió ayuda a una modista para los primeros bocetos. Buscó inversores para su idea, primero con varias desilusiones, pero luego llegando a un crowfunding que ahora dobla la petición inicial -de 25.000 dólares-. Encontró productores y los convenció para producir a pequeña escala. Creó una página web, una página en Facebook y comenzó a reinar en las ventas por Internet. Yellowberry (baya amarilla), nombró a su marca, el color representa a la mediana edad. Un fruto que de verde pasa al amarillo, para finalmente desarrollarse.

Solo han pasado unos meses desde su frustrante día de compras con su hermanita, y su caso de éxito ya fue cubierto por The New York Times, Forbes, Fortune, The Huffington Post, Daily News y ahora la revista Time, que acaba de situarla entre los veinticinco adolescentes más influyentes del año.

These watermelons are coming for you! %uD83D%uDC4A

Una foto publicada por Yellowberry Company (@yellowberrycompany) el

¿El producto? Ni demasiado sexys ni demasiado ñoños. Coloridos, cómodos, divertidos, perfectos y polivalentes.