Mientras la aburrida interna porteña deja de lado al candidato del partido ECOgrafía Martín Lousteau (que de todos modos, aún debe ganarle a Graciela Ocaña, que tiene más pinta de Tía Soltera que José Pablo Feinman) y se espera que Mariano Recaude le gane por apenas 194 votos a Aníbal Ibarra; el gran ausente es Sergio Massa. Lo que potencia la disputa entre Gabriela Michetti y Horacio Larreta agrandando así la estatura política de Mauricio Macri.
Mientras Macri sumó a Carrió, Reuteman y la UCR, Massa se concentró en la provincia de Buenos Aires. No volvió a salir de su territorio, contradiciendo así su propia prédica.
Mientras los mismos intendentes bonarerenses que lo apoyan gritaban a lo mazorca "Massa o Muerte", se abstienen a la vez de optar por un candidato a gobernador del Frente Renovador. En parte porque las candidaturas de Giustozzi y De Narváez naufragan y en parte porque saben que el Plan B es que Massa baje su postulación presidencial y se presente a gobernador. Después de todo, tiene 42 años. Aunque el problema de este enroque es que probablemente sus actuales votos pasen al oficialismo, no al macrialvearismo. Conclusión: a casi todos (incluyendo a él mismo) le conviene hoy bajarse. Hoy.
Martín Insauduhalde no tardó en comprender el mensaje y huyó de la huestes de Massa para cobijarse en el ola naranja, que a diferencia de Flavia Palmiero, ya no está de fiesta. Cristina Kirchner no juega a perder pero pone a Mariano Recaude de candidato, a Wado de Pedro de secretario y a Kicillof de vice de Scioli: eso no es jugar a perder, es jugar a suicidarse,
Todos estos movimientos políticos solo pueden entenderse a la luz del asesinato del Fiscal Nisman, que cambió la psicología popular.
Así como la recientemente descubierta cuenta en el exterior de Larry de Play, el hijo presidencial, se comienza a vincular a los sucesos que conmovieron la Argentina y el mundo en enero; de ahora en más, el fin de la gracia electoral de la familia Kirchner será analizado con este catalejo. Lo cual, como análisis global del ciclo K sea injusto, pero así funciona la política.
Y lo empiezan a saber los mismos que adjudicaban a los Servicios capacidades omnímodas de controlar la sociedad pero no de hacer un photoshop de Nisman con gatos y tontas. Aunque falta para que entiendan que las paladas de mierda que tiraron sobre la tumba del Fiscal los enterraron a ellos: la gente de a pie puede sospechar que Nisman era todo lo que dice Aníbal Fernández, pero el Fiscal apareció con un tiro en la cabeza después de de denunciar a la presidente Cristina Fernández de Kirchner.
Nisman era puto, mujeriego, borracho, drogón y fiestero -si hubiera sido cierto, Cristina no lo hubiera nombrado Fiscal sino Vicepresidente- aunque siempre hay que recordar que lo verdaderamente estigmatizante es calcular el porcentaje de pobreza.
Los humores populares son aguantadores si se viene de unos años buenos económicamente, pero esos tiempos van quedando atrás. Con default, recesión, inflación volando, multiplicación de la pobreza, aumento de la desocupación, la gente encontró en Nisman el catalizador de malestares inconscientes.
Aún cuando algunos medios traten de hacerles creer a sus lectores que Cristina Kirchner anda por las nubes en imagen, para obligarlo a Massa a lo que de todos modos está haciendo, que es bajarse a gobernador (el objetivo de esos medios es que acuerde con Macri, el de los intendentes es que lo haga con Scioli: pero todos están jugando con fuego) el cristinismo es una especie en extinción. Como los Osos Pandas, cuidar los últimos kirchneristas está costando un huevo al fisco.
Si la oposición no se come este amague, si no hace un rejunte con plasticola, solo resta saber si los radicales son capaces de demorar su autodestrucción antes que la autodestrucción K.
Los mismos medios que instalan que el cristinismo será implacable con el próximo gobierno dan por descontado algo en lo que no creen: que esta murga de fantásticos sobrevivirá sin el control de la SIDE. Pasa que buscan psicopatear a los opositores que tienen una habitación con la cama tendida adentro de los canales de cable.
Suponer que Mariano recaude será un crítico feroz si el próximo gobierno no baja el déficit fiscal, que Wado hará discursos incendiarios si abren la importación de smartphones, suponer que Larroque paseará su prestigio por el mundo para que cierren el crédito al país o que Kicillof exigirá que el INDEC no mienta, es como suponer que Brad Pitt jugará en la Selección Argentina y nuestro sex simbol, Pocho Lavezzi, será actor en Hollywood . Suponer esto último da más miedo que tener a Andrea del Boca como líder de la oposición, pero tranquilos, "está todo profundamente estudiado".



