"El submarinista asume que trabajar bajo el agua es una actividad de riesgo", asegura el vicepresidente de la agrupación de Suboficiales submarinistas argentinos.
El relato de un ex marino sobre la vida dentro de un submarino
Gustavo Pérez Assa, submarinista retirado y vicepresidente de la agrupación de Suboficiales submarinistas argentinos, conversó con Te Digo Lo Que Pienso -que se emite de lunes a viernes de 6:50 a 9:00 en Radio La Red Mendoza 94.1- y habló acerca de cómo es el día a día dentro de un submarino.
Según contó Pérez Assa, “el submarino estaba navegando después de sus reparaciones en el astillero de Buenos Aires de forma normal, nunca supimos de ningún problema grave a bordo”.
“La reparación de media vida es algo normal, para todo tipo de unidades, tanto de superficie como submarinas, para eso están los astilleros, se hacen justamente para el mantenimiento de las unidades”, explicó.
El submarinista habló acerca de la principal hipótesis que se maneja respecto a la explosión en el submarino, que afirma que el ingreso de agua provocó el daño en las baterías. “Entrar en el campo de las hipótesis es complicado. Que ingrese agua, estando el submarino en superficie y con el mar como estaba, si, es posible. Ahora, como comprometió al buque que entre al agua, y que tipo de avería puede haber provocado, no estamos en condiciones de afirmarlo”.
Pérez Assa contó que formó parte de la primera tripulación del ARA San Juan, la cual lo buscó en un astillero de Alemania, y habló acerca de cómo es trabajar en un submarino. “En primer lugar está la adaptación de la persona al ambiente del submarino, que significa navegar cada dos o tres horas. A partir de ahí se vive a bordo del submarino, y se realizan distintas operaciones, adiestramientos y capacitaciones, simulacros de situaciones de emergencia y avería”.
“Se duerme ocho horas arriba del submarino, las guardias son de cuatro horas, el descanso es casi una obligación. Al terminar la guardia, se come, algún esparcimiento de juego de cartas, o videos, películas para distraerse, y luego descansar”, agregó.
Por último, Pérez Assa consideró que “un momento importante en la vida del submarinista es asumir que tripular un submarino no es para cualquiera ni es una situación común. Asume que es una actividad de riesgo, por la simple situación de trabajar debajo del agua”.
“Nuestra actividad es de riesgo, estamos cumpliendo con la misión indicada que es la soberanía de nuestro mar y nuestro territorio, y lo hacemos con compromiso y profesionalidad”, finalizó.



