Se trata de KiVa que erradicó el 80% del acoso escolar en Finlandia y se aplica desde 2015 en dos escuelas de Salta y una de Buenos Aires.
Ya se aplica el método antibullying finlandés en tres escuelas argentinas
El bullying en las escuelas de Finlandia atravesaba en 2009 una de las peores epidemias. La solución fue el sistema KiVa: Kiusaamista Vastaan que traducido del finés significa "en contra del bullying".
El KiVa apunta a los testigos silenciosos del bullying.
Desde que se implementó, el bullying en Finlandia se eliminó en un 80% reduciendo el 20% restante, según un estudio de la Universidad de Turku que impulsó el método en el que participaron 30 mil estudiantes de entre 7 y 15 años.
Años después, sus vecinos europeos se dejaron conquistar por su éxito arrollar y más tarde los países de Latinoamérica comenzaron a aplicarlo.
Desde 2015 que dos colegios salteños recibieron una capacitación intensiva de parte de la experta Tina Mäkelä que estaba encargada de la implementación del KiVa en Latinoamérica.
El sistema cambia su enfoque de raíz. No intenta entablar un diálogo entre acosador y acosado, acercar a las dos partes al igual que la amplia mayoría de los modelos. "Tiene una cosmovisión particular de cómo funciona un grupo. Apunta más que nada a los testigos silenciosos que son partícipes necesarios en los casos de bullying y, en general, son mayoría en las clases", explicó Francisca Isasmendi, psicopedagoga y responsable del programa en el Santa María.
Luego, en marzo de este año, el Noordwijk Montessori School se convirtió en el tercero en sumarse después de que sus directivos escucharan el pedido de los padres de una alumna. "La niña recién llegada a la institución tenía trastorno del espectro autista (TEA)", comentó al portal Infobae la psicopedagoga Paula Ratti, responsable de la aplicación del método. "Los niños con TEA suelen ser víctimas de bullying durante su escolaridad en un altísimo porcentaje", continuó.
El bullying es una problemática acuciante en Argentina. El último informe de Unicef "Posicionamiento sobre adolescencia en el país", publicado en julio, se sirvió de una estadística de la UNESCO que estipula que Argentina lidera los rankings de bullying en la región. Según se consigna, 4 de cada 10 estudiantes secundarios admite haber padecido acoso escolar, mientras que 1 de cada 5 dice sufrir burlas de manera habitual.
De acuerdo a datos brindados por la ONG Bullying sin fronteras, las principales causas de abuso en chicas son belleza y comportamiento sofisticado (50%), rendimiento escolar superior (22%), defectos físicos (12%). En cambio, en los varones los defectos físicos (28%) pasan a ser el máximo motivo de hostigamiento, seguido por mayor rendimiento escolar (24%) y belleza y comportamiento sofisticado (22%).
Por el momento, KiVa está pensado para nivel primario y tiene tres patas. La prevención en primer lugar. Cada quince días se imparten lecciones que ya vienen diseñadas de educación emocional y, a su vez, se informa y concientiza al alumnado sobre lo que es el bullying, cuándo lo es y cuándo no, y sus potenciales consecuencias. La segunda fase es de intervención específica. El protocolo está sistematizado en tiempos y formas. Implica entrevistas con la víctima, con los agresores y con los testigos en el momento indicado. La última etapa es de supervisión.
"En el Santa María tuvimos muy buenos resultados desde su aplicación. El programa, en su parte preventiva, es muy útil, pero también requiere una adaptación a nuestra cultura", remarcó Isasmendi. Es que, pese a su posibilidad de extrapolar, las idiosincrasias son diferentes. "Por ejemplo, en la intervención de la familia. Los chicos finlandeses son mucho más autónomos, pero acá nosotros solicitamos intervención familiar temprana para que sus hijos logren adoptar cambios actitudinales", reflexionó la psicopedagoga.
Por su parte, en el Noordwijk Montessori, los resultados también fueron "satisfactorios". Lograron resolver conflictos y prevenir otros. Sin embargo, Ratti advirtió: "Hay cuestiones que aún no logramos superar. Las conductas de discriminación no son sencillas de modificar. A veces, basta con que una sola familia no acompañe o un solo docente esté desatento para que haya eventos que no se puedan erradicar".



