El Ciclón se suma a Central y Godoy Cruz con el castigo de jugar sin gente por segunda vez en el año, debido a la agresión que sufrió un juez de línea en un partido de Recopa.
Más castigos: San Lorenzo también jugará a puertas cerradas
Primero se empezó a erradicar a los visitantes. Ahora también a los locales. El fútbol del futuro, en donde miles pagan por uno y las tribunas lucen cada vez más desérticas, ya llegó.
Este lunes, Rosario Central jugó a puertas cerradas porque dos fechas atrás Gustavo Alfaro, técnico de Tigre, recibió el impacto de un proyectil que salió de la platea del Gigante de Arroyito.
Y en la séptima fecha habrán dos partidos que se jugaran sin público: Godoy Cruz recibirá a Independiente de Avellaneda en un Malvinas que lucirá vacío, debido a que en el partido contra Lanús, una serpentina que no se abrió impactó en el ojo del masajista del Granate, Juan Franco, quien debió ser intervenido de urgencia para que no sufriera consecuencias en su vista.
Pero el Tomba no será el único en jugar sin gente en dicha jornada: San Lorenzo también recibirá el mismo castigo porque en la final de la Recopa que el Ciclón perdió contra River, el juez de línea Juan Belatti fue víctima de un objeto que cayó de la tribuna e impacto en su humanidad.
Lo curioso del caso es que el equipo de Bodeo ya venía de una sanción similar. El 4 de marzo, San Lorenzo recibió a Corinthians a puertas cerradas debido a que la Conmebol así lo dispuso por las bengalas utilizadas en la final de la Libertadores 2014. Y hay más: en el clásico contra Huracán, un hincha saltó al campo de juego y trató de agredir al jugador del Globo Apuzzo. El simpatizante era socio y fue expulsado al otro día por una Comisión Directiva que está cansada de padecer sanciones por la imprudencia de sus parciales.
Tal como el fútbol argentino en general, que sigue siendo noticia por los constantes hechos de violencia que se repiten fin de semana tras fin de semana.
