Endurecen los controles en la noche mendocina

En los últimos días se oficializó el traspaso del Programa de Diversión Nocturna al Ministerio de Seguridad, más precisamente a la Subsecretaría de  Relaciones con la Comunidad. Hasta el momento, estaba en la órbita del Ministerio de Desarrollo Social. 

El programa en sí no cambiará casi ninguna de las normas a excepción de una: los boliches deberán cerrar la taquilla y el ingreso a las 2.30. Sin embargo, desde la subsecretaría a cargo de Néstor Majul pretenden que el cambio radical sea en la rigurosidad en los controles y el  cumplimiento.

Según le dijo Majul al Post, cuando el oficialismo tomó el control del Programa de Diversión Nocturna habían sólo cuatro inspectores. La intención es que ese número llegue a 30 a partir de esta semana. Los operativos serán sorpresivos y la Policía Vial instalará 23 puestos de control de alcoholemia. 

Desde la secretaría destacaron la importancia estratégica del trabajo mancomunado con los municipios, que son los encargados de controlar y fiscalizar que los locales estén en regla. Si un inspector de de la cartera de Seguridad constata una violación grave (por ejemplo, un menor dentro de un boliche tomando alcohol) puede decretar el cese de actividades, pero no puede clausurarlo. Eso es potestad de los municipios. 

A propósito de la presencia de menores en boliches, Majul recalcó que no hay ningún local bailable para menores de 18 años habilitado.

Los boliches deberán cumplir con los horarios estipulados: cerrar el ingreso y la taquilla a las 2.30, dejar de vender alcohol a las 4.30, prender las luces a las 6 y cerrar al público a las 6.30.

Por último, y a propósito de los festejos por el Día del amigo, desde la subsecretaría resaltaron la importancia de divertirse a conciencia y de elegir conductores designados que no consuman alcohol durante las salidas.