El último vodevil antes de las vacaciones

Sólo faltaron las plumas para completar el teatro de revistas en el bloque oficialista del Senado provincial.

El último vodevil antes de las vacaciones

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

A falta de debates superadores y metidos en la fecha del receso invernal, parece que la escisión del bloque radical, y por ende de Cambia Mendoza, con dos senadores díscolos que hicieron rancho aparte, debería ser un asunto políticamente importante. Tal vez lo sea, porque en los números fríos el gobierno acaba de perder su quórum propio en el Senado de la provincia. Una mayoría que nadie degustaba en la Cámara Alta desde hace 22 años. ¿Podrá la abrupta partida de los senadores Raúl Ferrer y Walter Soto, complicar la agenda legislativa del gobierno de Cornejo?

Es pronto para decirlo. Pero hay que decir que en la casona de la Avenida Peltier no hay funcionarios demasiado preocupados por la fisura. De hecho, los hombres del gobernador Alfredo Cornejo apuestan a que Soto y Ferrer se cansarán pronto del berrinche legislativo y volverán al redil. ¿Exceso de confianza?

La noticia en crudo ya se conoce. Los senadores Walter Soto (Santa Rosa) y Raúl Ferrer (Las Heras) decidieron irse del bloque oficialista. Ello obligará a los ministros del Ejecutivo que negocian las leyes, a doblegar su esfuerzo y su atención, y a contar con el peronismo cuando necesiten sesionar por temas importantes. Ayer a la mañana, con el apuro legislativo por el inicio del receso (muchos senadores ya tenían comprometidas sus vacaciones), Ferrer dio una insólita conferencia de prensa, que podría traducirse más o menos así: desmintió todo lo que se dijo respecto de su "faltazo" la semana anterior, pero terminó convalidando todos los chismes al irse, con una confusa argumentación respecto de que debían contar “con mejor información” respecto de las leyes que se mandan. Fue una conferencia destinada sólo a las personas que se chupan el dedo, que no son muchas. Llamó la atención que Walter Soto, que estaba a 20 metros de Ferrer, no se sumara a la diatriba rebelde pública de su compañero en desgracia. Lo de “desgracia” es porque ninguno de los dos fue incluido en las nóminas de reelección de este turno electoral, y su futuro político se ve borroso, aunque en Mendoza no hay que hacer sentencias definitivas sobre ningún tema. Y ello, pese a que Ferrer fue señalado por algunos pares como autor de "filtraciones" de la internilla radical, a los dominios justicialistas de Patricia Fadel, (a) "La Implacable".

Senador Ferrer.

El control de daños informa que los senadores rebeldes dejaron sin quórum a Cambia Mendoza, que ahora junta a 18 senadores propios más Ernesto Mancinelli (Libres del Sur), quien ahora debería ser algo así como el mejor amigo del gobierno. El 20 de Julio, justamente el Día del Amigo, Cornejo debería prepararle a Mancinelli una merienda especial en el Cuarto Piso de la Casa de Gobierno. El Senado ahora queda con 18 radicales oficialistas, 1 aliado integrante de Cambia Mendoza; 2 radicales disidentes, 14 peronistas más 1 aliado, más los 2 senadores de la izquierda. Ello quiere decir que -si la rebeldía perdura- la UCR deberá negociar quórum con el peronismo, que esperará con los brazos abiertos y la lista de compras del supermercado bien actualizada. 

Soto asumió en 2013. Cerca, su amigo Mario Abed, intendente de Junín.

El “perno” va a durar hasta el 30 de abril, cuando Soto y Ferrer se vayan de la Legislatura con el resto de los senadores que no tuvieron reelección. ¿Qué leyes importantes habrá hasta entonces? La principal será el presupuesto 2018, el tercero y penúltimo ya de Alfredo Cornejo. Dicen que iría sin endeudamiento, por lo que no serían necesarios –en ese caso- los dos tercios de los votos. Sin embargo, si hay un atisbo de reforma constitucional en las cuatro semanas de incertidumbre una vez transcurrridas las PASO del 13 de agosto, los votos de esos dos senadores serían clave para declarar una ley de necesidad de la reforma. Y tanto Ferrer como Soto parecen dispuestos a hacerle pagar al gobernador Cornejo, la factura por el desaire. No hay caso, los espejos de la política siempre devuelven imágenes deformadas.

¿Por qué se fueron?

Las explicaciones públicas de Ferrer, como ya se dijo, fueron pobres. Soto prefirió guardarse a silencio y mantener algún que otro puente de comunicación con el gobierno. No irá a la Legislatura con un chaleco de bombas. La pregunta, entonces, es qué le pasó a Ferrer. “Nadie pidió por él ni siquiera él mismo” explican los arquitectos del poder. Eso ya se sabía. Pero ayer el propio senador rebelde dio una pista, cuando contó que llevaba unos cuatro meses sin hablarse con el intendente radical de su departamento, Daniel Orozco. Flaco favor a una palabra que Raúl Alfonsín usaba mucho: la “ejemplaridad”, algo que en cuestiones políticas viene en baja.

Los que conocen las internas y los dobleces del radicalismo lasherino, cuentan que meses atrás, un hijo de Ferrer que tenía un cargo en la municipalidad, organizó un evento en un centro deportivo, una reunión con militantes kirchneristas. Los quería sumar al proyecto municipal. Parece que no pidió permiso, que el tiro salió por la culata, que los kirchneristas putearon a Orozco en colores, y que vaya uno a saber qué versión del asunto le llegó al intendente, que como todos saben no vive de la política y es difícil de arrear. “Los hijos, en política, pueden ser un problema” razonó ayer un radical experto en los pasillos legislativos. En medio del cierre lasherino de listas, parece que Ferrer se peleó con todo el mundo, lo que lo fue arrinconando hasta ayer, en que decidió salirse del bloque junto con Soto.

En el oficialismo analizan con distinta óptica la realidad de Ferrer y la de Soto. Del santarrosino dicen que va a volver más temprano que tarde. Hombre de Mario Abed y con estrechos contactos empresarios, Soto viene malherido desde que lo “bajaron” de la candidatura a intendente de Santa Rosa, para dejar pasar a Norma Trigo, la misma que en las elecciones de 2015 había perdido la posibilidad de candidatearse contra Sergio Salgado, por paliza. El enojo de Soto fue importante. De hecho, con algunos de sus amigos analizó la posibilidad de presentarse a intendente por fuera de la UCR. Hasta que alguien lo ubicó en un lugar poco feliz: “Medís el 5 %”.

Cuentan que Soto tampoco pidió su propia reelección, y que nadie pidió por él.

Conclusión

El micro mundo de la política a veces da este tipo de espectáculos de saldos y retazos, peleas palaciegas entre personas que ganan sueldos altísimos para producir leyes que mejoren la vida de los mendocinos. Y en ese mundo pequeño de bancas, “trenzas” políticas, “roscas”, arreglos y desacuerdos, se pierde la perspectiva de la realidad. Pavos reales agitando sus plumas en una provincia con un 30 % de pobreza estructural, como la de todo el país, y donde está en juego el empleo de mucha gente.

Habría que atornillarlos en las bancas a que laburen, y que dejen de perder el tiempo en las disputas de alcoba que son entretenidas, pero solo un rato. Luego, la realidad transforma sus pasos de vodevil, en muecas vacías.

Como para que le gente no esté enojada, y desentendida de estas elecciones.