Mientras siguen los coletazos por la tragedia de San Rafael, aquella ocurrida el pasado domingo 25 de junio, donde volcó un micro en el sinuoso tramo Cuesta de los Terneros de la ruta mendocina 144, y que ocasionó la muerte de 15 pasajeros, revista Noticias logró hablar con Graciela, la tía de Damián Pinelli, el chofer que falleció en el acto.
“Damián se crió arriba de un micro porque su padre era colectivero de línea y después se compró un colectivo propio y ahí empezaron a trabajar con colegios de la zona, haciendo viajes locales y en este último tiempo de larga distancia”, aseguró la mujer.
Y agregó: “Ese micro lo querían vender, él quería comprarse otro más nuevo, quizá porque no podían habilitarlo”.
A su vez, la mujer reconoce que su sobrino, quien había sufrido cáncer hace cuatro años, atribuía la enfermedad al estrés del trabajo.
“Él estaba muy estresado, los colectiveros saben lo que es andar en la calle”, asegura. Sin embargo, la tía de Damián afirma que eso no tuvo que ver con lo ocurrido. “Jorge dijo que se quedó sin frenos”, dice sobre su hermano, y a partir de ese dato deduce: “Yo pienso que por eso habrán querido controlar el micro”.
Mientras tanto, restan conocer los resultados de los peritajes a efectos de saber con exactitud qué sucedió: tanto el exceso de velocidad que los testigos relatan –más de 80 km por hora en una zona donde la máxima permitida es de 30–, como la documentación apócrifa del vehículo, encendieron las alarmas sobre qué tipo de servicio se utiliza para transportar a menores y quién los controla.



