Un caso testigo para avanzar sobre Báez

Se trata del empresario Juan Carlos Relats, quien también supo alquilar hoteles a Cristina.

Un caso testigo para avanzar sobre Báez

Por:Christian Sanz
Secretario Gral. de Redacción (click en autor)

Hace un año, en diciembre de 2013, Juan Carlos Relats fallecía en Corrientes, donde vivía desde mucho tiempo antes. Allí se había afincado escapando de la modorra de su Santa Fe natal.

Titular de las firmas JCR SA y Rutas del Litoral SA, Relats supo ser uno de los principales contratistas de la obra pública beneficiados por el kirchnerismo.

Dos años antes, en febrero de 2011, su ex socio Raúl Clebañer sorprendió a propios y ajenos al quitarse la vida arrojándose desde el décimo piso de su lujoso departamento. También tenía importantes vinculaciones con el gobierno nacional.

En realidad, la historia de ambos trasciende sus propias muertes y cobra relevancia en estos días en el marco de la investigación que avanza en la justicia sobre la firma Hotesur.

Ese expediente, que en principio investigaba una pequeña irregularidad de papeles, ha cobrado un rumbo inesperado luego de que el fiscal Carlos Stornelli convenciera a Claudio Bonadío de indagar la posibilidad de que Cristina Kirchner pudiera lavar dinero en sus hoteles.

Luego de analizar los papeles de la firma Valle Mitre, perteneciente a Lázaro Báez, el juez se terminó de convencer. 

  ¿Por qué alguien alquilaría más de mil habitaciones al doble de lo que cuestan para no ocuparlas finalmente? ¿Qué otra explicación puede haber más que el blanqueo de oscuros capitales?  

Las sospechas de Bonadío se hicieron carne luego de que la AFIP le acercara las declaraciones juradas de Máximo Kirchner y su socio, Osvaldo “Bochi” Sanfelice. El pedido del magistrado no fue casual: uno y otro supieron usufructuar una inmobiliaria en Río Gallegos donde puntuales contratistas de la millonaria obra pública se acercaban a negociar montos y comisiones de retornos dinerarios.

Sanfelice aparece en el directorio de la firma Hotesur, que controla el hotel Alto Calafate, y a la vez es socio de otro empresario sospechado, Cristóbal López, en un emprendimiento en Misiones.

Cerca de allí vivía hasta el año pasado Relats, cuyo rastro Bonadío comenzó a investigar impactado por las similitudes entre su derrotero y el de Báez. 

Al igual que el titular de Austral Construcciones, el dueño de Rutas del Litoral supo alquilar a los Kirchner el hotel Los Sauces de Santa Cruz en la friolera de $10,3 millones por año a través de la firma Panatel SA.

¿Acaso Cristina blanquea dinero de la corrupción a través de alquileres ficticios? Es lo que sospecha el juez, sobre todo cuando pone el foco en casos concretos como el del eventual sobreprecio que tuvo la ruta en Villa María, Córdoba, asignada oportunamente a Relats.

Durante el fin de semana, el magistrado se zambulló en el análisis de papeles y más papeles relacionados a la empresa Rutas del Litoral. Las coincidencias que encontró entre esa firma y la operatoria de Báez lo convencieron de la existencia de una matriz de lavado de dinero que sería sistemática.

Para alimentar sus sospechas, Bonadío cuenta con un dato fundamental: Báez era un simple cajero de banco hasta que Néstor Kirchner llegó al poder en 2003.

A partir de entonces, creó la firma Austral Construcciones y ganó millonarias licitaciones públicas, una tras otra.

Su único competidor, Vittorio Gotti, murió de manera sospechosa un año más tarde, en 2004, en un accidente vial. Su empresa fue posteriormente absorbida por Báez. Lo demás es historia conocida.

Con la paciencia de un relojero suizo, Bonadío reconstruye en estas horas las historias de Báez y Relats, seguro de que encontrará puntos en común como para avanzar en sus sospechas.

Uno de los tópicos que hoy más lo inquietan tiene que ver con el Indec, organismo que dejó de publicar estadísticas de ocupación hotelera en El Calafate en mayo de este mismo año.

El juez está convencido de que es parte de una maniobra de ocultamiento de datos pergeñada Cristina, cuyos hoteles están lejos de presentar la plena ocupación que suele proclamar la presidenta cada año en su declaración jurada.

Como sea, fuentes judiciales aseguran que en las próximas horas habrá un nuevo y espectacular operativo por parte del juez para avanzar sobre la jefa de Estado.

A esta altura, a Bonadío no le preocupa ninguna eventual represalia del gobierno contra él: cuenta con el respaldo de sus propios pares y de puntuales dirigentes del PJ tradicional. Todo un dato.